Por Mario Díaz
ANTE la falta de votos para alcanzar la mayoría calificada que requiere de dos terceras partes de los votantes en la Cámara de Diputados, la mayoría simple de Morena y sus aliados tendrán que negociar con los diputados del PAN y del PRI, principalmente, para sacar adelante la Iniciativa de Reforma Constitucional en Materia Energética.
En consecuencia, una vez iniciado el segundo período de sesiones de la LXV Legislatura en la Cámara Baja del Congreso de la Unión las dirigencias de las distintas fracciones parlamentarias entrarán en el clásico “estira y afloja” que tiene como objetivo fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, de acuerdo a la perspectiva del gobierno de la Cuarta Transformación.
En opinión del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR el “PRIAN” habrá de decidir si apoya a la paraestatal eléctrica o bien a la compañía extranjera Iberdrola, productora de energía por medio de aerogeneradores. El jefe del Ejecutivo federal considera que quienes están en contra de la reforma eléctrica prácticamente “son empleados de los grupos de interés creados”.
Aunque, vale la pena precisar, que los acuerdos en el Palacio Legislativo de San Lázaro no se circunscriben a la reforma eléctrica, sino que, además, habrán de votarse las iniciativas que pretenden cambios en la ley electoral y la regulación constitucional de la Guardia Nacional.
Es claro que el objetivo prioritario de la 4T es no dejar en manos de la Iniciativa Privada la producción y regulación de la energía eléctrica por considerarse un tema de seguridad nacional y de beneficio social.
El régimen lopezobradorista asegura que la Iniciativa de Reforma en Materia Energética no se contrapone con los compromisos internacionales, toda vez que existe el principio que no se puede violar lo ya negociado.
Asimismo, el tratado de libre comercio que involucra a México, Estados Unidos y Canadá establece claramente que el Estado mexicano se reserva el derecho de hacer las modificaciones a su Constitución y a las leyes que requiera para beneficio del país.
Tan es así que el embajador de la Unión Americana en México, KEN SALAZAR, ha externado públicamente con relación a la reforma eléctrica que “se deben realizar cambios al marco legal vigente, pues se vive en un mundo cambiante”.
En respuesta a la postura del diplomático representante del gobierno estadounidense que preside JOE BIDEN, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se refirió a SALAZAR como un hombre con juicio y con sentido común.
Eso de la reforma eléctrica trae a colación dos términos muy recurrentes, pero con significado distinto: energías limpias y energías renovables.
De acuerdo a la Comisión Federal de Electricidad se denominan energías limpias porque emiten menos gases de efecto invernadero que las tecnologías convencionales, como el carbón, el combustóleo o el ciclo combinado. La Ley de Transición Energética, establece que, para que una fuente de energía o proceso de generación eléctrica pueda ser considerado como energía limpia, sus emisiones de CO2 deberán ser menores a los 100 kilogramos por cada megavatio/hora generado.
Respecto a las energías renovables, México es un país potencialmente rico en recursos naturales para la generación de energía accesible, limpia y suficiente que puede mejorar sustancialmente la calidad de vida de la población y frenar el cambio climático.
La generación de energías renovables está basada en la utilización de recursos naturales como el sol, el viento, el agua, la biomasa o la energía geotérmica; se llaman renovables porque provienen de fuentes naturales e inagotables.
Justamente, en el Congreso de la Unión una corriente legislativa condiciona su voto en favor de la reforma eléctrica siempre y cuando contemple la variabilidad de energías renovables como posibilidad de planeación adecuada e inversiones.
Al margen de posturas ideológicas o partidistas, lo cierto es que, al final de la jornada,
la Iniciativa de Reforma en Materia Energética enviada al Legislativo por el presidente LÓPEZ OBRADOR será aprobada tal cual o con mínimas adecuaciones.
DESDE EL BALCÓN:
I.-La empresa española Iberdrola, productora de energía eólica, encontró en Tamaulipas un “rico filón para explotar”. El gobierno estatal presume la generación eléctrica de manera limpia, sin contaminar el medio ambiente.
Sin embargo, lo cierto es que los usuarios de la Comisión Federal de Electricidad no ven ningún beneficio en sus recibos bimestrales de cobro.
No resulta temerario presumir la probable complicidad Gobierno-Iberdrola para generar riqueza que solo abulta carteras personales.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx