Dr. Jorge A. Lera Mejía
La semana pasada, vino a sacudir la dinámica normal del comercio transfronterizo entre México y la frontera texana, por donde se cruza más del 75% del comercio internacional terrestre entre los dos países al cobijo del T-MEC.
Muchos vimos con preocupación que un Gobernador pusiera en jaque dicho comercio, creyendo que las coyunturas de los dos gobiernos federales, Estados Unidos y el de México, estaban por encima de los gobiernos locales, en este caso, los gobiernos de Texas, por la parte norteamericana, y los gobiernos de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, por la parte mexicana.
Pero claramente, ahora sabemos, que no importa que el T-MEC esté amparado por las autoridades federales transfronterizas, si algunos de los gobiernos estatales citados implementa medidas coyunturales dentro de sus facultades, y con ello, trastocar todo un movimiento millonario de volumen y valor de carga comercial, donde más de 10 mil camiones de carga se vieron afectados, al retrasarse más de 12 horas de espera al cruzar, cuando normalmente ese cruce no se lleva más de 3 horas.
Solo para darnos una idea de la posible afectación de mantenerse la actitud del gobierno texano por aumentar las inspecciones locales, a la par de las federales en todos los cruces fronterizos entre Texas y los cuatro estados mexicanos con frontera en este estado, en todo el año 2021, más de 3 millones de camiones de carga ingresaron a través de Texas. De ellos, casi 2 millones llegaron solo a través de Nuevo Laredo, Tamaulipas y Laredo Texas con un valor aproximado de 243 mil millones de dólares.
La supuesta causa que provocó este caos de cruces fronterizos, se originó el pasado miércoles 6 de abril, cuando el gobernador texano Greg Abbott, declaró que su plan para aumentar la cantidad de inspecciones estatales se daba en respuesta a la decisión de la administración del presidente Joe Biden, de poner fin a la orden de salud del Título 42 de la era de la pandemia que permite la expulsión rápida de los migrantes que cruzan la frontera.
Esto significa, que la raíz del problema, de acuerdo a esta versión, es motivada por la crisis migratoria que tiene México desde 2018, donde se han multiplicado los flujos de transmigrantes centroamericanos y otros países que cruzan por México en la búsqueda del «sueño americano», y que por más que presionan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, estos flujos no disminuyen, al contrario cada día se aumentan, y el gobierno demócrata de Joe Biden, junto al de México, no atinan de ver disminuidas estas corrientes migratorias.
Vale recordar, que el gobierno republicano texano, es un fuerte opositor al del gobierno federal demócrata. Además, que Greg Abbott, es un impulsor junto a Donald Trump, del programa «Quédate en México», en referencia al decreto 42 que ahora Abbott está impugnando.
Por lo citado, no debemos confundir este problema de comercio y transporte fronterizo, con solo un asunto de buscar incrementar las inspecciones por parte del gobierno texano. El trasfondo es un «problema migratorio».
Pero no vemos por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), ni de Relaciones Exteriores, Transportes y Aduanas mexicanos del gobierno de Morena, que se den por enterados de estos temas trascendentales.
Lo que si observamos la semana pasada, fue que la tarea para resolver de inmediato esta problemática, la dieron las autoridades locales de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, que junto al gobernador texano Abbott, se reunieron y acordaron medidas locales que tienen que ver con el tema migratorio, entre otros, y así destrabar este asunto que amenazaba con desbordarse.
Además, como he citado en líneas arriba, este asunto es de la mayor importancia para Tamaulipas, dado que por los 18 cruces fronterizos entre Tamaulipas y Texas, cruza cerca del 50% de todo el comercio terrestre entre ambos países, y en Nuevo Laredo, cruza más del 55% de dicho 50%.
Por ello, la semana pasada, desde la ciudad de Weslaco, TX, se reunieron los gobernadores de Tamaulipas y Texas, Francisco García Cabeza de Vaca y Greg Abbott, para firmar un trascendental acuerdo mediante el cual Texas se comprometió a normalizar y agilizar el comercio fronterizo en los Puentes Internacionales, mientras que Tamaulipas acordó continuar fortaleciendo acciones en materia de seguridad y control de flujos migratorios en la frontera compartida.
“Debemos renovar nuestros esfuerzos para continuar trabajando juntos, Texas y Tamaulipas. La migración es un asunto federal pero siempre ofreceremos ayuda para hacer lo que tenemos que hacer. Tenemos más de 230 millas de frontera con 18 cruces internacionales; estamos hablando del 50% que el comercio entre México y Estados Unidos ocurre entre Tamaulipas y Texas. Mientras tanto, nuestro comercio regresa a la normalidad y estoy muy satisfecho de trabajar con usted”, dijo García Cabeza de Vaca a su homólogo texano.
Por su parte, el Gobernador de Texas, Greg Abbott, sostuvo que con este acuerdo “estamos demostrando cómo los Gobernadores fronterizos podemos guiar el camino para resolver los problemas de la frontera”. Agregó que su oficina “ha trabajado por varios días con la oficina del Gobernador Cabeza de Vaca sobre los retos de la frontera en relación a los puentes y la migración ilegal y hoy firmamos un acuerdo para resolver esos retos”.
El acuerdo establece que el tránsito de transporte de carga en los Puentes Internacionales se normaliza a partir de hoy, a fin de agilizar el comercio; ambas entidades trabajarán de manera conjunta para que los vehículos que cruzan la frontera cumplan con todas las medidas de seguridad aplicables para cada estado; reducir el tráfico de personas y el contrabando de drogas; detener el flujo ilegal de migrantes.
“Estamos yendo sobre la raíz que son los grupos criminales que operan el tráfico de migrantes. Es así que trabajaremos de la mano con el Departamento de Seguridad Pública de Texas para tener una mayor comunicación y coordinación”…
