Por Mario Díaz
Si bien es cierto que el término de “traidores a la Patria” externado por el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR puede sonar fuerte e incluso exagerado, también es una realidad que los legisladores que se opusieron a la reforma eléctrica antepusieron sus intereses partidistas y no votaron con plenitud de análisis de la iniciativa enviada por el Ejecutivo Federal.
Es decir, desde esa perspectiva se impusieron los compromisos con los distintos partidos que los llevaron al poder y, por qué no, con eventuales grupos de poder económico que se sintieron amagados por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Cuestión de analizar que, en 2013, el entonces mandatario nacional ENRIQUE PEÑA NIETO compró votos legislativos para que se aprobara la reforma energética que abrió el paso incontrolado al capital extranjero tanto en la Comisión Federal de Electricidad como en Petróleos Mexicanos. El ex director de Pemex, EMILIO LOZOYA AUSTIN, sabe mucho del tema.
Por supuesto que el calificativo de AMLO a los diputados federales del PAN, PRI, PRD, y MC causó escozor entre esos “representantes populares”, por lo que decidieron interponer una denuncia penal en contra del mandatario ante la Fiscalía General de la República por considerar que están siendo objeto de una campaña calificándolos como “traidores a la Patria”.
Seguramente la supuesta o real traición a la Patria de los legisladores en la Cámara Alta del Congreso de la Unión no tendrá ninguna consecuencia jurídica, como tampoco prosperará la denuncia interpuesta por los diputados opositores, en contra del presidente de la república. El Artículo 61 constitucional establece que “los legisladores son inviolables en el ejercicio de su libertad y jamás podrán ser reconvenidos”.
Sin embargo, cómo calificar la decisión de los diputados federales del PRI quienes siguiendo instrucciones de su dirigente nacional ALEJANDRO MORENO votaron en contra de la reforma por razones partidistas y no por el interés público.
Los legisladores tricolores prefirieron seguir la orden de su líder quien a su vez antepuso proyecto político personal en vez de analizar detenidamente las ventajas y desventajas de la reforma eléctrica.
La postura de los diputados panistas no resulta extraña, toda vez que ese instituto político que identifica a la derecha mexicana desde siempre se ha caracterizado por defender las causas empresariales y la iniciativa privada, dejando en segundo plano el bienestar social.
Para mala fortuna de México y los mexicanos, la mayoría de los representantes populares se olvidan del compromiso con quienes con su voto los llevaron al poder, y su función se circunscribe a lo que les dicte el partido que los respaldó en la respectiva contienda electoral.
Casos como el de ALEJANDRO MORENO, dirigente nacional el PRI, que públicamente anunció que por instrucción partidista los 70 diputados federales de la fracción tricolor no avalarían la reforma del presidente LÓPEZ OBRADOR. Y, en efecto, tal parece que “siguiendo el cencerro” los legisladores votaron en contra no por convicción sino como pago al partido que los propuso.
Si al menos hubiesen expuesto los argumentos sustentables de su postura, la percepción sería diferente.
Tan sencillo como rebatir que la reforma eléctrica no se convierte en monopolio, permite la inversión privada, pretende la rectoría de la CFE por ser un tema de seguridad nacional, que es inexacto el regreso al pasado con combustibles fósiles, que las hidroeléctricas redoblarán su producción de electricidad con energía limpia y que solo se pretende regular la participación de las empresas extranjeras que producen electricidad con aerogeneradores o fotoceldas voltaicas. La CFE generaría el 54% de la producción total y las empresas privadas el 46%.
Tal vez los diputados federales opositores al régimen desconozcan que el gobierno español cedió la producción de electricidad a la empresa Iberdrola, misma que opera en México, y que los ciudadanos de la Madre Patria están que trinan contra su gobierno y contra la empresa por el incremento en las tarifas eléctricas.
Así que, desde otra óptica, si son o no traidores a la Patria quienes rechazaron la iniciativa presidencial en la materia podría ser cuestión de enfoque. Sin embargo, votar sin analizar tan solo por satisfacer intereses partidistas y empresariales merece un calificativo nada agradable.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-En Tamaulipas, ayer domingo, se llevó a cabo el primer debate entre los candidatos que pretenden relevar al gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA. El candidato de la alianza PAN-PRI-PRD, CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS; el abanderado de Morena-PT-PVEM, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA; y ARTURO DIEZ GUTIÉRREZ, representando a Movimiento Ciudadano, expusieron sus respectivas plataformas electorales.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx