Durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, Francisco invita a diez inmigrantes africanos a sentarse junto a él.
Agencias.
CIUDAD DEL VATICANO. Una decena de refugiados africanos se sentaron junto al papa Francisco durante la celebración de la audiencia general de hoy en laPlaza de San Pedro.
Los refugiados tomaron asiento en el suelo, cinco a un lado y otros cinco al otro, junto al lugar donde lo hace el Papa durante las audiencias y sosteniendo en sus manos pequeñas banderas con los colores blanco y amarillo del Estado vaticano.
Hoy me acompañan estos chicos. Muchos piensan que era mejor si se quedaban en su tierra, pero allí sufrían tanto», dijo el Papa al indicar a los africanos.
Son nuestros refugiados, pero muchos les consideran excluidos. Por favor, son nuestros hermanos. El cristiano no excluye a nadie, deja sitio a todos, dejémosles venir a todos», agregó.
Francisco dedicó hoy su catequesis al encuentro de Jesús con el leproso y que sirvió para exponer la necesidad de rechazar «todos los prejuicios humanos», así como la invitación a «no tener miedo de acercarnos y tocar al pobre y al excluido, porque en ellos está el mismo Cristo».
El pontífice se ha mostrado siempre muy sensible ante la crisis de refugiados en Europa y ha llegado a calificarla como la «peor catástrofe humana desde la II Guerra Mundial».
Además de sus visitas a dos lugares símbolos del drama de la inmigración a Europa como las islas de Lampedusa, en Italia, y de Lesbos, en Grecia, Francisco también ha realizado gestos más concretos como alojar a familias sirias en el Vaticano.
Asimismo, este viernes nueve sirios, entre ellos dos cristianos, que se encontraban en Lesbos llegaron a Roma por iniciativa del Papa.
Este grupo de refugiados se suma a los doce que viajaron con el pontífice tras su visita el pasado 16 de abril a Lesbos y de cuyo alojamiento y programa de integración se ocupa la asociación humanitaria católica Comunidad de San Egidio.