El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, hizo un llamado a los jueces para que no se dejen presionar, ni influenciar por venganzas del pasado, pues se acabó el tiempo al “estado chueco y corrupto”, en el que privaban los intereses de las mafias del poder, la aplicación facciosa, discrecional y arbitraria de las leyes y la persecución política.
Desde Tula, envió un mensaje en el cual ratificó su compromiso para hacer todo lo que esté en sus manos para que todos los ciudadanos disfruten de instituciones apegadas a la legalidad y de servidores públicos dispuestos a cumplir las leyes. Reputación intachable, honestidad a toda prueba, y pasión por la justicia, son los requisitos para que impere un verdadero estado de derecho, señaló.
Explicó que es por ello tomo la decisión de vetar la renovación como magistrado Horacio Ortiz Renán. En la misma línea, acata la decisión del Centro Nacional de Inteligencia, que anunció recientemente la no acreditación de los exámenes de control y confianza de Raúl Ramírez Castañeda, fiscal especializado en combate a la corrupción.
En conferencia de prensa fue enfático en hacer un llamado a todos los servidores públicos involucrados en la procuración e impartición de justicia a que denuncien cualquier presión o coacción para actuar al margen de la ley.
Así sostuvo será el primero en señalar a quienes continúen utilizando su cargo para venganzas o revanchas políticas.
Por otra parte, reconoció el valor de los jueces que, a pesar de las presiones, han decidido actuar conforme a constancias, que de manera objetiva y sin imposiciones, hoy resuelven únicamente bajo el imperio de la ley y la justicia.
Poco a poco iremos desenredando la vieja trama de intereses subalternos y surgirá una forma de servicio público y de ejercicio del poder virtuoso y empeñado en estar a disposición de la gente, puntualizó Villarreal Anaya.
