Marco Antonio Vázquez Villanueva
Datos muy conservadores detallan que en este México lindo y querido durante los últimos 17 años se han cometido por lo menos 600 mil asesinatos y se ha desaparecido forzosamente a miles y miles de personas.
Por suerte para sus autoridades, para desgracia del pueblo, este país parece tener una memoria selectiva, de los cientos de miles de muertos y de los miles de desaparecidos solo se acuerda de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que el gobierno ya no busca porque, según la parte oficial, fueron ejecutados y quemados por miembros del crimen organizado para desaparecer sus rastros.
Lo más triste es que el tema de los 43 de Ayotzinapa ni siquiera sirve para motivar la justicia, menos para buscar desaparecidos o aclarar asesinatos, no, hoy solo es un tema que tiene estancado al país, que se usa con mala leche en la política, que sirve para muchas manifestaciones y en casos aberrantes para actos de propaganda política.
Mire, nos guste o no el gobierno de Enrique Peña Nieto es recordado por esos 43 estudiantes que están muertos o desaparecidos y al de López Obrador le podría pasar igual, y es cierto, duele, pero en realidad existen mucha más gente inocente en las mismas condiciones, es innegable que durante este sexenio se han cometido miles y miles de asesinatos.
Y le insisto, los 43 de Ayotzinapa lamentablemente solo han sido útiles para anclarnos en el pasado, para detener el reloj nacional cinco años más y que el cambio político se fragura desde esa trinchera o con esa bandera.
La verdad es que, eliminando a los delincuentes, ninguno de los otros caídos valen más que otros, que en lugar de 43 el gobierno debería estar obligado a buscar a decenas de miles que están en las mismas condiciones y otra realidad es que no debimos permitirnos el lujo de estancarnos de esa manera, que no debimos permitir que el tema sirviera para opacar otras muertes, otros desaparecidos.
Viene a colación el tema porque se sigue utilizando el pasado para mantener al pueblo distraído, ocupado, si, si es verdad que se requiere aclarar qué pasó, pero lo mismo debe suceder con los otros miles de mexicanos que no encontramos o que fueron asesinados injustamente.
Y le cuento lo anterior porque este 2 de octubre se recuerdan los 55 años de la matanza de estudiantes en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, todos víctimas de la represión del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y el Ejército contra universitarios por considerar que eran comunistas y atentaban contra el poder o, peor aún, con la simple idea de replegarlos para que permitieran la realización de unos Juegos Olímpicos.
Como en el caso de los 43 de Ayotzinapa todo el país sigue detenido en esos actos de barbarie, qué, tienen razón debe aclararse, pero la desgracia es que solo se quiere hacer para seguir manchando el pasado y no para lograr la justicia y reparación del daño.
El 2 de octubre de hace 55 años no se olvida como tampoco la noche entre el 26 y 27 de septiembre de hace 9 años, se debe hacer todo lo posible por aclarar qué pasó y, sobre todo, para superar esos temas, para que este país y su memoria selectiva se enteren que estamos en la pobreza y vivimos en la violencia no solo por esos hechos sino por todos los que se ha permitido el gobierno federal amparado bajo esos asuntos.
No, no sanan las heridas ni sanarán nunca cuando fueron nuestros muchachos los que murieron, cuando en lugar de resolver y alejar al Ejército de las calles se sigue fortaleciendo su presencia y ampliando la misma hasta en obras públicas, hasta en proyectos de gobierno…
AMÉRICO, LO PERSIGUEN LOS BUITRES… Por donde quiera que se le quiera ver la presencia del gobernador para encabezar e instruir el rescate y apoyo de las víctimas del desplome de una iglesia habla del humanismo del doctor, porque la respuesta a una emergencia debe ser así, de inmediato y no esperando en un evento que se había organizado en el estadio Marte R. Gómez.
Más destacado aún es que el pueblo tamaulipeco, y los vecinos también, hayan puesto de inmediato a trabajar sus equipos de rescate, hayan dado muestras de una solidaridad que es a prueba de buitres, si, de buitres miserables que lucraron ese día de la tragedia robando o estafando pidiendo dinero o, peor aún, que se lanzaron sobre los muertos para atraer votos, obvio, les hablo de los adoloridos del pasado…
UAT HUMANISMO Y SOLIDARIDAD… Al presidir en el campus Victoria la ceremonia de honores a la bandera nacional, el C.P. Guillermo Mendoza Cavazos, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), expresó el mensaje de solidaridad de la comunidad universitaria con las familias afectadas por el trágico acontecimiento en la iglesia de la Santa Cruz en Ciudad Madero.
Durante el acto de honores a los símbolos patrios efectuado este 2 de octubre en la plazoleta cívica del Centro Universitario de Victoria, el rector Guillermo Mendoza invitó a los asistentes guardar un minuto de silencio como muestra de respeto y solidaridad con las familias.
“Les enviamos nuestras más profundas condolencias, les hacemos saber que estamos con ustedes en estos momentos difíciles; todo el claustro docente, alumnos y trabajadores universitarios hacemos patente nuestra solidaridad en este momento de duelo”, dijo el rector.
En ese contexto, reconoció al gobernador Dr. Américo Villarreal Anaya por su labor a cargo de la supervisión y coordinación de los trabajos de protección civil y los servicios de salud de Tamaulipas, así como de los esfuerzos con las autoridades municipales, militares y de la marina. Refirió que la UAT se sumó a las labores que coordina el gobernador, mediante la colaboración de los equipos de protección civil del Campus Universitario Sur, y con el equipo de reciente creación “K9” de caninos de búsqueda y rescate de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Al continuar con su intervención, el contador público Guillermo Mendoza recalcó la importancia de inculcar en los estudiantes los valores cívicos, tras señalar que la UAT es una institución que entiende que la educación no solo se trata de los conocimientos académicos, sino de la formación integral de seres humanos y ciudadanos comprometidos con su comunidad y con su país.
En el evento cívico, organizado por la Unidad Académica de Trabajo Social y Ciencias para el Desarrollo Humano (UATSCDH), se llevó a cabo el izamiento del lábaro patrio y la entonación del himno nacional mexicano; así como también se rindió homenaje al escudo de Tamaulipas y al escudo de la UAT, con la asistencia de estudiantes, docentes y titulares de las diferentes dependencias académicas y administrativas de esta casa de estudios.
En el desarrollo de la ceremonia se contó con la participación de la Dra. Guillermina de la Cruz Jiménez Godínez, directora de la UATSCDH, quien dirigió un mensaje por parte del plantel universitario. De igual manera, participaron: el Lic. Janitzio Uriel Salazar Marín, alumno de la Maestría en Ciencias en Orientación de Trabajo Social, quien dirigió la entonación del himno nacional; del alumno de la carrera de Psicología, Jesús Gabriel Puga Hernández, que hizo el juramento a la bandera; en tanto que la lectura de las efemérides y fechas importantes nacionales y estatales estuvo a cargo de Kkrytzell Amairani Quevedo Saucedo y Jorge Martínez Perales, estudiantes de las licenciaturas de Psicología y Nutrición, respectivamente.
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