Hay tiro, AMLO y Scrooge

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Por Carlos López Arriaga

Cd. Victoria, Tam.- Concluí la columna del pasado jueves llamando la atención sobre el huracán OTIS, engendro raro al que es menester estudiar, tema urgente para el periodismo y la academia, discusión entre expertos en meteorología, calentamiento global y cambio climático.

Perturbación impredecible, que en el transcurso de un solo día pasó a tormenta y luego a huracán categoría cinco; anomalía que amerita respuestas, replanteamiento profundo de las medidas preventivas, pues “ya pasó una vez, puede volver a ocurrir y no solamente en el Pacífico” (https://tinyurl.com/yjtlqgb2).

Leo ahora en GACETA de la UNAM que OTIS es el primer meteoro de dicho tamaño que pega en la otrora limpia bahía acapulqueña, hoy convertida en un albañal.

Entre otras cosas señalan que todo cambió para la costa de Guerrero en unas cuantas horas. Esperaban una tormenta tropical, de acuerdo al pronóstico, todavía en la mañana del martes y 12 horas después les cayó un monstruo

“Fenómeno meteorológico único”, es el diagnóstico repetido por especialistas de las más diversas disciplinas, insistiendo en que rompió todos los récords. Tras recopilar informes de aquí y allá afloran datos sugestivos.

Circulan términos que el gran público hasta hace poco desconocía como “tasa de intensificación”. Algo así como la rapidez con que un fenómeno meteorológico, ciclón tropical o tormenta invernal cobran vida, fuerza, peligrosidad. Suelen contrastar dos variables, tiempo y velocidad del viento.

 

HERVORES MARINOS

OTIS marcó la tasa de intensificación más alta desde que inició la era de los satélites (1966) y la consecuente medición de dichos fenómenos, superando el récord de 120 kph/12 horas que estableció su similar PATRICIA sobre el litoral del Pacífico mexicano en octubre del 2015.

Las altas temperaturas padecidas en meses previos explican la violenta ebullición de los mares que precede a estos fenómenos que por su rapidez tornan más difíciles las políticas de carácter preventivo.

Hay mucha información circulando. Bueno sería que los medios y también las instituciones educativas empezaran a hacer conciencia sobre ese nexo directo entre los megahuracanes y el cambio climático.

Esa realidad que hoy todavía niegan algunos adalides de la derecha política global como DONALD TRUMP, JAIR BOLSONARO y hasta el español SANTIAGO ABASCAL, líder de VOX.

Y vienen más OTIS, dicen los conocedores. A más calor sobre los océanos, mayor el almacenamiento de energía en sus profundidades y también el hervor periódico en las temporadas de verano.

No hay todavía prospectiva clara para precisar el dónde ni el cuándo, pero si sucedió una vez, nada impide pensar que seguirá ocurriendo, sobre todo si sabemos que la causa principal como es el calentamiento planetario sigue ahí. Escalando.

Buen tema también para los jefes de protección civil, a todos los niveles. Esto es algo que debe colocarse en la agenda de los gobiernos, federal y estatales, particularmente en los litorales. por ejemplo, en Tamaulipas.

 

PLEITO ESPERADO

La devastación de Acapulco aceleró la gradual pero irreversible ruptura entre el Presidente LÓPEZ OBRADOR con el empresario RICARDO SALINAS PLIEGO, quien sigue sin aprender el alto valor del silencio. Sobre todo cuando se tiene la cola tan larga.

Destaca SALINAS PLIEGO por la rara virtud de coleccionar enemigos en todos los sectores del espectro mediático. Está peleado, de origen, con PROCESO y REFORMA, ahora también con LA JORNADA. Sus cartonistas lo traen de encargo.

La lista de personajes con los que ha peleado (y sigue) es interminable, incluyendo a JENARO VILLAMIL, DENISSE DRESSER, SABINA BERMAN, CHUMEL TORRES, CITLALLI HERNÁNDEZ, DAVID FAITELSON, JORGE PIETRASANTA y hasta el chaparrito que se hace llamar “MEDIO METRO”.

Vocifera en redes mientras apoya al candidato de la extrema derecha EDUARDO VERÁSTEGUI. Ande usted, el paladín de los Legionarios de Cristo, reforzado ahora por el empresario Yunque.

Una lástima. En los últimos cinco años, el susodicho habría lucido una gruesa sombrilla color guinda que le acarreo abundancia y grandes convenios de publicidad para sus medios.

También contratos jugosos con el gobierno federal, operaciones de utilidad rápida en predios por donde pasaría el Tren Maya. Incluso puestazos en la SEP y el servicio diplomático para su mayordomo ESTEBAN MOCTEZUMA.

 

DON CAPRICHO

Pero es hombre de memoria corta. Lo fue con RAÚL SALINAS DE GORTARI y lo es ahora con LÓPEZ OBRADOR. Acaba hablando mal de la gente que le ayuda.

Amén del patético narcicismo que exhalan sus tuits. Como dice JORGE ZEPEDA PATTERSON, desde el portal SIN EMBARGO:

“No puedo dejar de expresar perplejidad por la obsesión de un hombre dedicado a presumir su riqueza más que a disfrutarla (…) exhibir sus trofeos (yate, puros, ranchos, etcétera) y su manera de vivir, no a sus colegas o a su clase social como hace cualquier rico, sino a los millones que no tienen acceso a nada que se le parezca (…) restregar bienes y placeres en la cara de los que no lo tienen (…) y otorgar dinero a los obsequiosos que lo elogian o se humillan en sus cuentas personales…” (https://tinyurl.com/ylgyfe7n)

Desde luego, suscribo y hasta creo que ZEPEDA se quedó corto. La mezquindad de ese señor (y se lo he dicho en redes) me recuerda a EBENEZER SCROOGE, el personaje de DICKENS. Y no he visto hasta ahora un fantasma navideño que lo asuste lo suficiente. Acaso una combinación del SAT con el padre tiempo.

 

BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com

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