Educación Pública pide ‘evitar interpretaciones reduccionistas’ de la prueba educativa aplicada en países de la OCDE.
El gobierno de México afirmó en la prueba PISA de este año los estudiantes mexicanos presentaron un descenso menor en matemáticas y lectura entre los países que integran la OCDE.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) reaccionó a los resultados, que indican que estudiantes mexicanos retroceden en matemáticas y ciencias.
Atribuye la medición a las circunstancias de la pandemia de Covid-19:
La más reciente aplicación de esta evaluación en nuestro país ocurrió en el contexto mundial de la etapa final de la emergencia sanitaria por COVID-19; todos los países enfrentaron de manera diferenciada esta terrible circunstancia.
En comunicado, el gobierno reconoce que los mexicanos presentan “retos” en las tres áreas evaluadas: matemáticas, español y ciencias.
SEP sostiene que esto demuestra “que era necesario un cambio en el modelo educativo, situación que se agravó por la emergencia sanitaria”.
Pide realizar “un análisis considerando el contexto de los resultados de estas pruebas, como las condiciones socioeconómicas y culturales de cada país para evitar interpretaciones reduccionistas”.
En su comunicado SEP afirma que ha emprendido “un profundo proceso de transformación” en el sistema educativo.
Aquí sus argumentos.
Postura de la SEP
El gobierno de la Cuarta Transformación trabaja por el fortalecimiento de la escuela pública, para brindar una formación con enfoque humanista, científico, con equidad e inclusión que favorezca el bienestar de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Buscamos que las y los estudiantes aprendan para transformar la realidad y sean mejores ciudadanas y ciudadanos, más participativos, con respeto por las libertades, la cultura de paz, la solidaridad, la independencia, la justicia y amor a la patria.
La evaluación aplicada en los meses de abril y mayo de 2022 es una prueba estandarizada que tiene como propósito medir, a través de preguntas, la formación de estudiantes de 15 años.
Las pruebas internacionales estandarizadas no consideran las condiciones reales en las que se desarrolla el trabajo docente, así como los procesos situados de la enseñanza y los aprendizajes en las aulas de los distintos países.
La más reciente aplicación de esta evaluación en nuestro país ocurrió en el contexto mundial de la etapa final de la emergencia sanitaria por COVID-19; todos los países enfrentaron de manera diferenciada esta terrible circunstancia.
En el ámbito educativo, el Gobierno de México diseñó estrategias de atención para privilegiar la seguridad y el interés superior de las y los estudiantes, y una vez que se superó la contingencia se realizaron esfuerzos para asegurar el regreso a las aulas de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, y lo conseguimos: se recuperó el 100 por ciento de la matricula.
Los resultados que da a conocer PISA no demuestran cambios significativos respecto a las ediciones anteriores de esta evaluación. Nuestros estudiantes presentan retos en las tres áreas evaluadas: matemáticas, español y ciencias, lo que confirma que era necesario un cambio en el modelo educativo, situación que se agravó por la emergencia sanitaria.
La evaluación muestra que México presentó un descenso menor en matemáticas y lectura que el promedio de los países que integran la OCDE. En el contexto en que fue realizada esta evaluación, los esfuerzos realizados por las y los adolescentes y docentes reflejan la adaptabilidad de nuestro sistema educativo frente a circunstancias inusuales.
Es necesario realizar un análisis considerando el contexto de los resultados de estas pruebas, como las condiciones socioeconómicas y culturales de cada país para evitar interpretaciones reduccionistas.
México emprendió un profundo proceso de transformación en su sistema educativo, con la implementación del Plan de Estudio 2022 y la Nueva Escuela Mexicana.
Esto implica un cambio hacia enfoques pedagógicos innovadores, interdisciplinarios, como el aprendizaje por proyectos, incorporando todas las áreas del conocimiento, incluyendo el desarrollo de habilidades socioemocionales.
Es crucial dedicar tiempo y empeño a la consolidación de estos cambios y aplicar un modelo de evaluación formativa de carácter continuo, colectivo, incluyente y comunitario para concretar procesos de autorreflexión que identifiquen logros, obstáculos, retos y acciones para mejorar.
La educación que estamos construyendo reconoce la gran diversidad y riqueza étnica, sociocultural y lingüística de nuestro país; promueve y reafirma valores como el respeto, la honestidad, la confianza en el otro, la solidaridad y el diálogo para alcanzar acuerdos, colocando siempre al centro a nuestras y nuestros estudiantes.
SEP atribuye resultados de PISA a la pandemia
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