Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tamaulipas.-Poco a poco comienza a entrar en ebullición el caldero político en el país, como consecuencia de la elección concurrente 2024 que convoca a las urnas el primer domingo de junio próximo.
Por lo pronto, los candidatos presidenciales y quienes aspiran a curules y escaños en el Congreso de la Unión se desgañitan tratando de convencer al electorado con la estrategia de que “el prometer no empobrece”.
CLAUDIA SHEINBAUM, XÓCHITL GÁLVEZ y JORGE ÁLVAREZ juran y perjuran que poseen la “varita mágica” que devolverá la tranquilidad ciudadana y resolverá los problemas asociados a la salud, educación, agua y seguridad pública.
Obviamente, nada que no se haya escuchado en campañas proselitistas anteriores a lo largo y ancho del país, aunque, lógicamente con otros actores políticos portando los estandartes partidistas del momento.
Sin embargo, al margen de retóricas con banderas desplegadas en eventos masivos o privados, será por demás interesante el resultado que arrojen los debates presidenciales con base en el conocimiento y exposición de los temas torales que enfrenta actualmente la sociedad mexicana.
Aunque, a decir verdad, si bien es cierto que la esgrima mental entre quienes aspiran a relevar al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el Poder Ejecutivo Federal podría modificar los márgenes de encuestas, también es cierto que, difícilmente, cambiará la tendencia durante la jornada comicial.
Los porcentajes más manejados hasta el momento indican una preferencia del 60% en favor de la ex jefa de gobierno capitalino, un 30% a la dama de huipil, y un 6% de la preferencia para el candidato portador del estandarte naranja.
Al menos hasta el momento, los tres candidatos presidenciales han mantenido sus respectivos trabajos de convencimiento ciudadano en un ambiente de cordial, tal y como lo exige una campaña de altura entre quienes pretenden llevar el rumbo político, social y económico de México.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas en el proceso electoral concurrente 2024, sobre todo, en lo que respecta a la designación de los candidatos por parte de los partidos políticos a las alcaldías y diputaciones locales.
En Tamaulipas, por ejemplo, el Movimiento de Regeneración Nacional registró sendas inconformidades en lo que respecta a la designación de los candidatos guindas a las alcaldías de Matamoros y Reynosa.
El delegado del del CEN de Morena, MARIO LLERGO, fue increpado tras el anuncio del resultado de la encuesta interna que colocó en las posiciones preferenciales a diputado local con licencia ALBERTO GRANADOS FAVILA y al primer edil, CARLOS PEÑA ORTIZ, respectivamente.
Mientras en Matamoros tronó el alcalde con licencia MARIO ALBERTO LÓPEZ HERNÁNDEZ por la designación de GRANADOS, en la petrolera ciudad Reynosa la aspirante a la candidatura morenista MAGALY DEÁNDAR, manifestó públicamente su inconformidad al considerar como una imposición la designación de PEÑA ORTIZ, violentando previo acuerdo con el delegado nacional de Morena.
No obstante, la discrepancia de LÓPEZ HERNÁNDEZ en la Heroica Matamoros, quien apoyaba la candidatura del ex secretario de Desarrollo Social, CARLOS BALLESTEROS, ocupó espacios mediáticos nacionales por el uso de palabras malsonantes que muchos morenistas interpretaron como muy insultantes.
El candidato del PVEM a la diputación federal por el IV Distrito Electoral profirió en un acto público recordatorio maternal para quienes solicitaran el voto solamente en favor de Morena.
Asimismo, en entrevista con distintos medios de comunicación, MARIO ALBERTO LÓPEZ HERNÁNDEZ dejó más que claro su animadversión con ALBERTO GRANADOS, lo que, por supuesto, no causó sorpresa alguna toda vez que es un conflicto de intereses surgido en 2022.
Al margen de las consecuencias que pudieran surgir con ambas inconformidades morenistas en el norte tamaulipeco, el exabrupto del alcalde con licencia de Matamoros habrá de ser recordada en la historia política de este puerto fronterizo por el uso de recordatorios maternales en una campaña proselitista.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-La combinación de la soberbia y la “mecha corta” se convierte en un coctel molotov extremadamente peligroso y dañino para quienes ejercen o aspiran a distintos cargos de elección popular o de la función pública.
Como dice el dicho y dice bien “el que se enoja pierde”….y en política más.
Hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx