Por Lic. Bárbara Lera Castellanos y Dr. Jorge A. Lera.
No obstante que los empresarios mexicanos organizados y el sector público no se han aplicado al 100% en aprovechar los beneficios del nearshoring o relocalización industrial a México, los grandes inversionistas asiáticos, europeos y norteamericanos han venido a invertir a nuestro país al calor de dicho fenómeno, al ser vecinos y socios de dos grandes potencias económicas, como son Estados Unidos y el Canadá, con quienes tenemos el más importante Tratado Comercial en el mundo (T-MEC).
Incluso, a finales del 2023, México desplazó a China como el más importante proveedor de bienes y servicios a los EEUU, lo que señala que los efectos del nearshoring ya se están notando en nuestra economía de exportación, al disponer en los últimos tres años de nuevas macro empresas internacionales qué se han reubicado en nuestro territorio nacional y han ampliado las cadenas de suministros otrora instaladas en China y Asia, y hoy ya operan en México, como es la proveeduría de micro procesadores automotrices (microchips).
A la fecha ya se observan señales de los beneficios del nearshoring, ya que las nuevas inversiones aterrizaron en México, estableciendo operaciones y aprovechando las bondades de nuestra mano de obra y la ubicación estratégica regional.
Sin embargo, es urgente que el gobierno federal incida más puntualmente en el desarrollo de parques industriales, infraestructura carretera, disponibilidad de agua y energía eléctrica y gas natural. Además, muy importante que las cámaras empresariales y las universidades se sumen a este proyecto estratégico que solo estará presente en los siguientes seis años y podríamos desaprovechar.
Actualmente sufrimos una grave crisis hídrica y notamos un desfasamiento de la oferta de energía eléctrica, agua.
La educación no se ha estado adaptando con la fuerza y el ritmo que exigen los nuevos consorcios industriales al tenor del nearshoring, que es necesario para que sea aprovechado íntegramente.
No obstante, estos pasivos, en México estamos viendo el surgimiento de nuevas industrias, no sólo automotrices, sino de otros componentes del sector de autopartes y otros sectores como la aeronáutica, farmacéutica, robótica y de las telecomunicaciones.
Sin embargo, es importante subrayar que, el nearshoring avanza lento y que las manufacturas necesitan crecer al doble qué lo han hecho hasta ahora.
Ya que, si bien hay una serie de bondades que ofrece el país como su red de tratados comerciales, localización, fuerza laboral y estabilidad económica, hay desafíos como es precisamente el del sector educativo.
PAPEL DE LAS UNIVERSIDADES:
Las universidades también deberían colaborar más estrechamente con los cambios de procesamiento qué contrae el nearshoring en la industria mexicana, para ofrecer a los estudiantes un aprendizaje basado en el trabajo porque, como parte del plan de estudios, pueden trabajar en proyectos relevantes para las empresas, que les permita adquirir esas competencias.
Lo segundo que pueden hacer es ofrecer cursos de aprendizaje permanente dirigidos específicamente a ayudar a la gente a pasar a este trabajo que está creciendo gracias al nearshoring y para que las personas que ya están en la industria adquieran nuevas habilidades para permanecer en el trabajo o para ser promovidas. Creo que las universidades pueden desempeñar ese papel. Una cosa que estamos haciendo aquí en el instituto es compartir esta información con un conjunto más amplio de universidades, la taxonomía de las cualificaciones, la taxonomía de los empleos, para que todos podamos trabajar juntos para apoyar este crecimiento del nearshoring y el desarrollo de la reserva de talentos.
En síntesis, necesitamos que el sector privado invierta en ampliar las oportunidades de aprendizaje más allá de las instituciones públicas universitarias.
En el caso tamaulipeco, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) se ha venido aplicando a través de sus 26 facultades y han venido adaptando los planes de estudios enfocándose hacia los retos que vienen con el nearshoring en Tamaulipas.
