Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tamaulipas.-El hecho que los inversionistas estadounidenses y mexicanos tengan presupuestado invertir 20 mil millones de dólares en negocios en nuestro país en 2025, lo cual, por supuesto, es positivo en el ámbito económico, no justifica la intención de la 4T de controlar el Poder Judicial.
Tampoco, la millonaria inversión anunciada por los capitalistas reunidos recientemente con la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM puede desaparecer de un plumazo el grave problema de inseguridad que se vive en gran parte del territorio nacional.
Ambos temas, la reforma al poder judicial y el desmedido avance del crimen organizado, prácticamente han bautizado al actual sexenio federal que pretende construir el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, vale la pena precisar que los empresarios afiliados a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos y al Consejo Coordinador Empresarial en México, no necesariamente representan a la totalidad de inversionistas en ambos lados de la frontera.
Por lo tanto, otros consorcios empresariales internacionales no comulgan al cien por ciento con la promesa de la jefa del Ejecutivo federal en el sentido de que la reforma al poder judicial no afectará a quienes inviertan sus capitales en la república mexicana.
Además de la incertidumbre que genera la percepción de que la Cuarta Transformación pretende controlar los tres poderes constitucionales, sobre todo a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la extorsión y cobro de piso por parte de la delincuencia organizada a la cadena productiva también es motivo de preocupación para los dueños de los capitales.
Las siete semanas de combates entre dos grupos delictivos antagónicos en Culiacán y sus alrededores, en el estado de Sinaloa, es un claro ejemplo de que el anterior programa “abrazos, no balazos” del primer piso de la 4T y que continúa en la segunda etapa, no representa la mejor estrategia federal para brindar la seguridad y tranquilidad a los ciudadanos.
Menos aún, si lejos de reconocer el yerro en la materia, la presidenta SHEINBAUM PARDO-como lo hiciera su antecesor-insiste en responsabilizar al gobierno de los Estados Unidos por la violencia extrema que se vive en esa entidad federativa del Pacífico mexicano.
Cuestión de recordar que el pasado 19 de septiembre el entonces presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, afirmó que el gobierno de los Estados Unidos es “corresponsable” de la violencia extrema que se vive en el estado de Sinaloa debido a su decisión de capturar a ISMAEL “El Mayo” ZAMBADA, toda vez que de manera incorrecta se fraguó en el extranjero.
Si la captura del capo del narcotráfico ISMAEL ZAMBADA por parte del gobierno yanqui- “haiga sido como haiga sido”-derivó en el enfrentamiento entre “mayitos” y “chapitos”, eso no justifica que el primer gobierno de la 4T no haya logrado someter o al menos controlar al Cartel de Sinaloa.
Al respecto, desde cierta perspectiva, resulta inapropiada la declaración de la presidenta de México en el sentido de que antes de la detención de ZAMBADA, el estado de Sinaloa prácticamente no tenía homicidios, contrario a lo que sucede actualmente tras seis semanas de fuego cruzado entre ambos bandos.
Es decir-de acuerdo a la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM-para la 4T no importa que los cárteles de la droga operen con impunidad y mantengan cotos de poder hasta en las propias instancias de gobierno estatales y municipales con todo lo que ello implica; lo que importa es que no haya violencia sin importar que la sociedad sobreviva con temor y sometimiento.
La exigencia de mayor transparencia y colaboración entre los gobiernos de México y los Estados Unidos por parte de la jefa de las instituciones federales ha dado paso a un nuevo debate sobre la relación de ambos países en materia de seguridad y justicia, en el manejo de líderes del crimen organizado y el respeto a los procesos legales.
Como es evidente, la inversión de 20 mil millones de dólares por parte de empresarios afiliados a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos y el Consejo Coordinador Empresarial en México, no necesariamente ocultan la pretensión del segundo piso de la 4T para controlar los tres poderes constitucionales ni tampoco minimizan el grave problema que enfrenta el país en materia de seguridad pública.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Si bien es cierto que la jefa del Ejecutivo federal, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, difícilmente podrá deslindarse de su antecesor (no porque no pueda, sino porque no quiere) al menos ya debería depositar en el cesto de la basura los argumentos que responsabilizan a regímenes anteriores de la violencia que impera en gran parte del país.
Casi 200 mil muertos y 50 mil desapariciones forzosas en el pasado sexenio no se pueden etiquetar al pasado.
Así de sencillo.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx