«NO LLEGÓ LA 2a MUJER EN EEUU. MÉXICO SI LO LOGRÓ»

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Por Lic. Bárbara Lera Castellanos.

Este martes se resolvió el paralelismo político feminista entre México y Estados Unidos, me refiero que el domingo 2 de junio, primero y este martes 5 de noviembre, después, se presentaron las elecciones para definir el destino de elegir MUJER presidente de ambas repúblicas.

El caso mexicano, era inminente que ganara una primera mujer presidenta, ya que la elección fue finalmente resuelta entre la competencia de dos mujeres, a saber, Xóchitl Gálvez por parte del PAN, PRI y PRD, y la triunfadora Claudia Sheinbaum Pardo, por la coalición de Morena, Verde y PT.

El resultado final todas y todos lo sabemos, desde el 1 de octubre gobierna a los 130 millones de mexicanos la primer mujer en hacerlo en este problemático país, que en escasos 37 días se debate en medio de cambios cualitativos y cuantitativos, que van desde una polémica sobre representación y supremacía política, así como los recientes ajustes ya definidos, de la llamada reforma del Poder Judicial, donde por primera vez serán electos por voto popular a la mayor parte de jueces, ministros y magistrados de la Judicatura.

La semana entrante, ya encarrilado, el Congreso Legislativo va por desaparecer los llamados organismos autónomos como el INAI, CRE, Coneval, entre otros y se resolverá la conocida reforma Electoral, ajustando al INE y desapareciendo a los representantes indirectos por minorías, significa que en el futuro la cámara de Diputados sólo tendrá 300 Diputados y no los 500 actuales.

De la forma descrita aquí, se está marcando el sello político de la primera mujer PresidentA, como a Claudia Sheinbaum le gusta definirse, que marca un nuevo estilo de gobernanza y gobernabilidad mexicana, por la primera mujer.

En el caso de EEUU, esta decisión no fue tomada por el electorado norteamericano, me refiero que en 2016 primero, y en este 2024, segundo, el candidato republicano Donald Trump no permitió el avance a la primer mujer presidente para gobernar el país más poderoso del mundo, hasta ahora, al ganar por el voto indirecto electoral, en 2016 a la demócrata Hillary Clinton, y ahora, en 2024 a Kamala Harris.

Los norteamericanos tendrán que sufrir los desplantes del político supremacista y peculiar de Trump por otros 4 años, y a reserva de decidir reelegirse por otros cuatro años, porque en EEUU se permite la reelección.

Por ello, en EEUU por segunda vez en ocho años, y frente a Donald Trump, una mujer queda a puertas de llegar a la Presidencia. La derrota electoral de Kamala Harris subraya una deuda crítica de la campaña demócrata, por no lograr conectar con los votantes de la clase trabajadora preocupados por la economía y los altos costos de vida.

Sin embargo, en la bancada azul demócratas, también se apuntan a un retiro tardío de la contienda de su viejo líder, el presidente Joe Biden.

La decepción y la introspección se apoderaron del partido Demócrata. Aunque Kamala Harris reavivó en campaña el respaldo hacia la bancada azul, caló en gran parte del electorado y estuvo a punto de lograr un hito histórico, una cosa está clara, Trump vuelve a la Casa Blanca.

Esta vez, además, el polémico líder republicano logró la mayoría del voto popular, contrario a lo que ocurrió en 2016, cuando Hillary Clinton se quedó a puertas de ser la primera mujer presidenta en la historia de Estados Unidos, a pesar de haber obtenido la mayoría de sufragios de los ciudadanos. Un cuestionado, pero tradicional sistema en el que priman los votos electorales y que varían de peso, según la población de cada estado.