Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- “Esta sucesión viene adelantada” apuntan en voz bajita los politólogos de café, entornando los ojos y haciendo luego un guiño de misterio, como si estuvieran revelando un secreto crucial, solo para iniciados.
La respuesta cínica no tarda mucho en llegar: -“¿Y cuándo ha sido distinto?”…En efecto, es tarea difícil contener las ansias de quienes se sienten con esa rara combinación de posibilidades y merecimientos.
Bíblicamente, el dicho tiene su aplicación. No todos los que dicen “señor, señor” (Mateo 7:21) alcanzarán la gloria, porque “estrecha es la senda” para alcanzar dicha meta y “ancho el camino que lleva a la perdición” (Mateo 7:13).
Menester es recordar (solía decir TYR) que no todos los aspirantes son prospectos. Los primeros son legión, se enumeran por miles y hasta podríamos consultar el más reciente censo del INEGI para precisar el dato.
Los segundos son quienes tienen la oportunidad real y se cuentan con los dedos de una mano. Querer no es poder, al menos, en estos casos.
Si algo sobra es el voluntarismo, alentado muchas veces por la gente más inmediata, parientes, amigos, compañeros de ruta. Tontos útiles que devienen luego en consejeros inútiles.
QUIÉN DECIDE
Antaño se usó cierta frase sibilina (“está usted en tesitura”) metáfora musical que ubicaba al susodicho en la afinación precisa de sus cuerdas bucales para pegar el grito de la victoria. A menudo se trataba de una gran mentira y se empleaba para inyectar bríos a precandidatos menores. Jugar con sus esperanzas.
En los tiempos dorados del PRI se emplearon dos métodos, La designación presidencial del candidato, que abarcó todo el siglo 20, hasta MANUEL CAVAZOS en 1992. El destape, pues.
Y la regional, que se extiende desde YARRINGTON y EUGENIO hasta RODOLFO (y su reemplazo, EGIDIO). Los mandatarios estatales se volvieron el fiel de la balanza. Casos exitosos, triunfos puntuales.
La posterior victoria de VICENTE FOX y el consecuente fracaso de PANCHO LABASTIDA en dos mil, resultaron una tragedia para el priísmo nacional pero otorgaron amplios poderes a los gobernadores del tricolor, entre ellos, el de nombrar sucesor.
En aquellos años comenté que el último mandatario de la vieja época, ERNESTO ZEDILLO, poco antes de irse se cortó el dedo en pedacitos y lo repartió entre la veintena de gobernadores afines.
VIEJO MODELO
La gran interrogante vendría 12 años después, cuando la aplanadora tricolor regresa a Palacio encarnada en el abogado mexiquense ENRIQUE PEÑA NIETO.
Nos planteábamos entonces cómo serían los procesos hacia el interior del PRI en aquel 2012 tras al regreso del Gran Elector, el supremo fiel de la balanza. ¿En quién recaería la decisión, en la delegación de facultades heredada por ZEDILLO antes de su salida o en el dedo grande de Los Pinos?
Para infortunio del partido tricolor, se impuso el segundo modelo. Decisión de PEÑA NIETO alentada por su alter-ego LUIS VIDEGARAY y operada por OSORIO CHONG.
En el primer esquema, durante la docena panista, cuando la decisión del PRI recayó en los mandatarios estatales, llegaba gente con amarres ya hechos en el plano regional. Por ello, desde finales de siglo se hablaba entre la “carta” externa” y la “carta local”.
Pero PEÑA y VIDEGARAY se inclinaron por la externa, BALTAZAR HINOJOSA quien (según algunos bromistas) conocía mejor Coahuila que Tamaulipas. Su derrota ante PANCHO CABEZA fue abrumadora.
Importa la reflexión para prever el proceso de 2028. En efecto, la sucesión luce adelantada, hay mucha gente ansiosa, pero justo es recordar la respuesta cínica citada al principio. ¿Cuándo ha sido distinto?…
DUELO ENTRE DAMAS
Ambiciones hay muchas (en efecto) y desbordan los cauces desde ahora. Con el añadido de que las aspiraciones más exaltadas son entre mujeres. La que viene se vislumbra como una competencia abundante en estrógeno, en progesterona.
Si además añadimos que el arribo de una presidenta apunta en la misma dirección y (por añadidura) las feministas han declarado que el tercer milenio “es el de la mujer”, pues todo pinta para una competencia muy intensa en la nominación del partido gobernante.
El desenlace guinda quedaría entre damas y, mire usted, opciones hay. La más ruidosa es la chihuahuense (regia, reynosense, potosina) MAKI ORTIZ, a quien no debemos descartar como aspirante por un partido distinto a MORENA (el naranja, acaso) si la decisión oficial no le favorece.
Igual de alborotada anda la tampiqueña OLGA SOSA, mujer orquesta cuya presencia suele encender los ánimos donde se haga presente. Extrovertida y hasta jocosa, su alharaca mete dudas a quienes piensan en la función pública como una responsabilidad seria.
Por su buen desempeño en el ayuntamiento de Tampico, podríamos pensar también en MÓNICA VILLARREAL, aunque ello estaría supeditado la propuesta que en breve dará a conocer la doctora SHEINBAUM, donde busca limitar la promoción de familiares en cargos de elección. Pendiente leer las letras menudas de dicho anteproyecto.
Y, desde luego (pero, por supuesto) CARMEN LILIA, la carta laredana. Buena administradora municipal, como lo fue su hermano CARLOS y tan enamorada de la política como su padre CARLOS ENRIQUE, dirigente juvenil del PRI en los años sesentas, líder nacional del PARM en la madurez, tres veces diputado (dos por la vía federal, una local) y también alcalde de Nuevo Laredo.
Se calienta la puja sucesoria, en efecto, pero ello no es novedad.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com