Sin figuras relevantes y rodeado solo por familiares, gobernador rinde su último informe; la única ovación fue para las fuerzas armadas.
Egidio Torre Cantú tenía prisa en irse, arribó al Congreso del Estado cinco minutos antes de lo programado y cruzó la plaza a paso veloz
Ante los suyos, su familia y sus empleados, Egidio Torre Cantú dio un mensaje con motivo de su Sexto Informe en el que ensalzó lo que consideró sus logros.
En el Congreso del Estado hizo entrega de su último informe, en el Teatro Amalia González Caballero de Castillo Ledón, dirigió su mensaje, pero ni allá ni aquí hubo campesinos, trabajadores, colonos, estudiantes, amas de casa, no estuvo el pueblo, solo su familia, sus empleados y algunos miembros de su partido.
Las corbatas naranjas desaparecieron. Los secretarios, subsecretarios, directores generales dejaron colgadas las corbatas sexenales en el closet, o en una bolsa de ropa usada por regalar, cada quien llevaba su color favorito unos rojo, otros verde, amarillo, y claro azul.
Solo algunos cuantos despistados llevaban el lazo naranja y los guardaespaldas como identificación.
Tal parece que Egidio Torre Cantú tenía prisa en irse, arribó al Congreso del Estado cinco minutos antes de lo programado y cruzó la plaza para llegar al Centro Cultural otros 10 minutos antes.
Ya no hubo porras, ni interrupciones por aplausos. Con la pasión de su voz y con prisa se dirigió a ese público que como premio tendrá el pago de la compensación.
El único aplauso y a petición del propio Egidio Torre, fue para los soldados, marinos y policías federales que conforman el Grupo de Coordinación Tamaulipas.
José Calzada Rovirosa, secretario de Agricultura Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación, fue el enviado de la Presidencia de la República, pero ya no hubo la presencia de gobernadores, ni jerarcas de la iglesia, ni capitanes del dinero. Solo su familia y sus empleados.
Tampoco estuvo el diputado Baltazar Hinojosa Ochoa, excandidato del PRI al Gobierno del Estado o no fue invitado.
Como tampoco fueron invitados los reporteros, ni los campesinos, trabajadores, colonos, estudiantes, amas de casa, deportistas, jóvenes, ancianos.
Otra vez el video mala copia de esos que hizo Televisa de un lugar que no existe y su música “lounge” adormecedora.
Una vez más graficas en pantalla, lámpara laser en mano, micrófono inalámbrico y otra vez repetir, presumir sus logros, cuentas y cuentos.
Va de nuevo el tema de la seguridad y la construcción de cuarteles, entrega de estímulos a policías y militares, la captura de delincuentes. Y los empresarios asistentes murmuran, sonríen socarronamente.
Una vez más le ganó el tiempo, y de carrera habló de educación, salud, desarrollo rural, energía y demás rápido repasó de donde no pasa nada.
Cortó de golpe ni despedida, ni adiós.
Así se fue con su familia y ya sin los suyos.