La calma, de Xóchitl a Trump

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Por Carlos López Arriaga

Cd. Victoria, Tam.- Si esa frontera usualmente porosa entre México y Estados Unidos antes fue marcada con lápiz y una tenue línea punteada, ahora lo está con plumón negro, ancho, indeleble y batallones acantonados en ambos lados.

Aunque eso no basta. Lo que sigue es blindar la frontera sur de México, tema ya ensayado en la administración anterior cuando el entonces canciller MARCELO EBRARD asumió de manera extraoficial la facultad de ubicar a la naciente Guardia Nacional en los límites con Guatemala, adoptando atribuciones de Seguridad y Defensa.

Iba y venía MARCELO de Estados Unidos tratando de calmar a un TRUMP escandalizado por las caravanas masivas de centroamericanos que respondían al llamado de AMLO, cuando les ofreció empleo temporal, asistencia médica y becas del bienestar.

Al final se logró el acuerdo trinacional deseado, con otro nombre. Se recordará que en 1993 fue firmado como TLC o TLCAN (NAFTA, en inglés) por los presidentes SALINAS, BUSH y MULRONEY.

Una posterior versión llamada T-MEC (USMCA, en inglés) se acordaría en noviembre de 2018, por PEÑA NIETO, TRUMP y TRUDEAU. La cual, con algunas adiciones, sería ratificada en diciembre de 2019, ya con AMLO en Presidencia, amén de TRUMP y TRUDEAU.

Aunque la cronología de acuerdos y ratificaciones parece romperse con el regreso de TRUMP, quien no siente respeto alguno por calendarios o compromisos firmados, pues de manera unilateral llegó tumbando puertas en enero pasado. Exigencias nuevas y amenazas arancelarias que violentan el derecho internacional.

 

DIÁLOGO FLUCTUANTE

Un primer momento difícil se vivió en estas primeras semanas de su mandato, cuando desató una razzia brutal contra residentes indocumentados. Y de paso fijó como plazo el sábado primero de febrero, para que México y Canadá pusieran freno a la migración ilegal y al tráfico de fentanilo.

Ello, bajo la amenaza de imponer un impuesto del 25% a las importaciones provenientes de ambos países, en caso de no acatar sus pretensiones.

En tal espera vimos a un TRUDEAU nervioso (incluso, frágil), mientras la doctora SHEINBAUM permanecía inamovible. Actitud semejante a la frialdad que observó frente a las bravatas de XÓCHITL GÁLVEZ en los debates del año pasado. Sonrisa jovial, mirada de hielo.

Los negociadores mexicanos conocen a TRUMP desde los tiempos de PEÑA. Es feroz en sus chantajes pero infiel a sus amenazas. De un día para otro puede calificar de “wonderful friend” a quien poco antes había humillado de manera grosera.

Para quienes acatan sus disposiciones tiene entonces palabras como «great», «tremendous», «fantastic», «wonderful», «best», «big», además de “terrific”, término que emplea con un significado positivo. Algo así como “admirable” pero en grado superior. Extravagancias de animador televisivo.

 

CUENTA REGRESIVA

Y mire usted, la bipolaridad de DONALD repite ahora con CLAUDIA lo que antes vimos con KIM JONG-UN. Pasa del insulto al halago con una velocidad escalofriante. El gigante rubio respeta más a quien se le resiste de manera reservada y sin caer en su juego.

Por ello le fue tan mal al prócer colombiano GUSTAVO PETRO. Porque en vez de simplemente sobrellevar las baladronadas del gringo, eligió la ruta de la confrontación y el mismo estilo lapidario.

A la vuelta de unos días, SHEINBAUM y TRUDEAU cosecharon mejores logros que PETRO y sus similares sudamericanos, como el ecuatoriano DANIEL NOBOA. Otro deslenguado.

Por lo pronto hay acuerdos. Son 10 mil los elementos del ejército que llegan a patrullar la frontera. Al menos en Tamaulipas tenemos la esperanza que la mayor presencia verde olivo enfríe algunos infiernillos recientes como (por ejemplo) en Nuevo Laredo.

Sin olvidar que la “pausa” arancelaria festinada por canadienses y mexicanos tiene fecha de caducidad. Ello, aunque algunos colegas y medios hayan echado las campanas al vuelo para magnificar lo que consideran un triunfo glorioso del gobierno guinda.

Por supuesto que es meritorio, aunque se trata de un respiro temporal y (ojo) en cuenta regresiva. Muy apenas una tregua cuyas exigencias no se alivian con 10 mil soldados.

 

LO QUE FALTA

Y no es solamente la marea de migrantes lo que preocupa al nuevo gabinete republicano. Más delicada y compleja es su exigencia de frenar de manera significativa el tráfico de fentanilo.

Narcótico de moda, que en México oficialmente no existía hasta el último día de AMLO y hoy es motivo de orgullo en el gobierno de CLAUDIA cuando su secretario GARCÍA HARFUCH presume decomisos por toneladas de la diabólica sustancia.

Ligado al fentanilo está el tema de los cárteles que se enriquecen con su explotación y también las instancias de gobierno que los protegen. La narcopolítica, tema espinoso.

Lo cual marca derroteros al gobierno de SHEINBAUN en este “mes de gracia” concedido desde Washington. La obligación de hablar con el lenguaje de los resultados.

Y estos incluyen, en efecto, (1) constituir un dique a la emigración ilegal, pero también (2) decomisos reiterados y sustantivos de estupefacientes y (3) que rueden cabezas no solo del crimen organizado, sino también de las figuras políticas señaladas por su complicidad.

Lo dije en mi anterior columna: “asestar los quinazos que sean necesarios” entre la clase política y el bajo mundo (https://tinyl.io/C1CD). Tarea nada fácil en ambos casos. Pero el tiempo corre y la “pausa” americana expira en un mes y, por supuesto, exige resultados sobresalientes.

 

BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com

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