Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- En aquel tiempo, el jefe PANCHO otorgó a su hermanito MAYEL potestad absoluta sobre el presupuesto universitario. Contratos de obras y servicios, proveedurías, remoción y nombramiento de personal directivo, sueldos, prestaciones y canonjías de todo tipo. Autoridad para otorgar y cancelar; aumentar y recortar.
Amén de palomear listas de pagos y privilegios a parientes, socios y paisanos. Gestionar la ordeña sistémica, donde la prioridad era engordar el patrimonio personal y familiar. Aunque también financiar campañas azules, municipales y legislativas, locales y federales, sin olvidar la gubernamental en ciernes.
Parecía un plan perfecto. Tal vez lo fuera, pero con fecha de caducidad algo cercana. Empezaría poniendo un incondicional en tesorería y fijando un mecanismo para el traslado de dineros en greña.
Usarían los servicios de un mandadero afín al grupo, que de tiempo en tiempo llevaría los paquetes a la esquina norponiente del tercer piso, jefaturada por un presunto agrónomo al que nadie le conoció título alguno, ni cédula profesional.
Desde ahí, el poderoso destinatario repartía juego a candidatos y mapaches. Fajos gorditos, con la consigna tajante de ganar a chaleco y lograr el ansiado carro completo para afianzar el liderazgo de PANCHO.
Pero luego, el traspaso de fondos se incrementó cuando ascendieron al tesorero para hacerlo mandamás. Sobre todo al acercarse la sucesión estatal, pues el falso agrónomo fue nombrado candidato.
MAYEL seguiría siendo el dispensador pecuniario, con su círculo íntimo de incondicionales, ubicados en posiciones estratégicas, justo donde fluye el recurso.
ENVÍOS RASURADOS
La versión tras bastidores dice que el traspaso entre el ocho y el quince solía llegar incompleto. Por algún misterio (de esos que en Victoria tanto abundan) parte de la carga se perdía en el camino.
Y otro tanto al llegar, al ser puesta en manos de operadores importados del partido tricolor, aliado en la lucha contra la marea guinda. Había merma en cada filtro.
Testimonios hay de que el falso agrónomo podría (al menos) haber empatado la contienda si tan voluminoso peculio se hubiera empleado en su propósito original. La consecución del voto. No fue así y por ello la grieta que se abrió entre la burbuja de campaña y la pandilla saliente, incluyendo el propio MAYEL.
Hoy día, el diagnóstico es pesimista y con augurios de tempestad, cuando el jefe de jefes anda a salto de mata y el dedo chiquito sobrevive entre un mar tempestuoso, agarrado de una tablita. Punto vulnerable para el clan familiar. El muchacho carece de oficio.
Ni sabe defenderse como sus mayores, ni tiene la narrativa adulta que haga creíbles sus argumentos. Se le viene el mundo encima a un personaje que nadie preparó para la dificultad, durante esos largos años de existencia cómoda, cuando todo le caía del cielo, sin esfuerzo alguno.
VIDA OCIOSA
De los cuatro cargos electorales que vemos en su historial, ninguno fue ganado en buena lid. Jamás superó en votos a sus adversarios. Siempre fue por la vía gratuita de la representación proporcional, desde la regiduría al escaño, incluyendo las dos curules, federal y local.
Tampoco posee el temple aguerrido de su protector y hermano. Bien dicen que la vida fácil ablanda a la gente y más cuando hacen de ella un hábito, a costa del esfuerzo ajeno. Como aquellos bateadores que nunca anotaron un jonrón, puras carreras de caballito.
Reprobado, incluso, entre las damas de su partido, por aquella imagen furtiva que lo descubrió teléfono en mano, accesando desde el pleno legislativo un vistoso servicio de escorts. Escándalo inmediato y sin explicación razonable a la vista.
Fue accidentado su salto de la cámara nacional a la regional. Visible el temor a que el paréntesis abierto entre el final de un trienio y el arranque del otro, representaba una pérdida temporal del fuero. Sus adversarios podrían aprovechar la coyuntura para echarle el guante, por expedientes de corrupción acumulados en su contra.
LA LUMBRE CERCA
Hoy lo traen en la mira TANIA y NORMA ANGÉLICA, dos conocedoras que además han hurgado lo suficiente en las diabluras de MAYEL. Un proceso, además, observado de cerca por HUMBERTO, coordinador parlamentario.
Por esta razón, en la bancada 66 solamente esperan la solicitud de procedencia para turnarla a la comisión instructora que sopesaría el tambache de pruebas y daría curso al proceso de desafuero.
En calidad de mientras, el caso es tema de medios nacionales, con los mismos argumentos y algunas fotos del susodicho. Notas que abundan en corruptelas ligadas al nepotismo, cuando la referida familia se abalanzó sobre el erario estatal, los municipios a su alcance y la institución autónoma arriba mencionada.
-“De lo perdido, lo que aparezca”, dice el refrán popular. Alguien con cuernos debe caer para ofrecer una satisfacción, aunque sea rabona, al respetable público, por los agravios sufridos en dicho sexenio.
El tamaño de los cuernos puede variar. Por lo pronto van por quien está más a la mano, más fácil de ubicar, salvo que decida botar la chamba, cruzar la frontera y volverse ojo de hormiga en el Valle de Texas.
Tal vez don COELLO pudiera agarrar el caso y doblar sus honorarios, redondeando alguna especie de paquete familiar. Tendría que darse sus vueltas por Victoria y probar las chochas con huevo. De cualquier manera, es menester avisarle que las flautas son de harina. No se vaya a confundir.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com