¿Cuándo empieza la temporada de fútbol?, preguntó aquel anciano.
Apenas iban en la fecha 7 u 8 del torneo de lo que se conoce como Primera A pero al parecer lo ignoraba o algo le urgía…
“Por allá por agosto y esperemos ya estar en la primera”, alguien le respondió acomedido…
“Pues falta bastante, pero estemos donde estemos no se les vaya olvidar contratar a la misma madrina”, dijo desconsolado aquel hombre de avanzada edad…
Y no, no se les olvidó, ahí estuvo Inés Sainz como madrina del Correcaminos, ahí estuvo él, tijeras en mano, para inaugurar otra temporada, de lo demás ya no se los platico, menos lo que se dice sin tener sustento alguno pero muchos presumen que es cierto.
Le hablamos del sexenio pasado, de la época en la que había mucho dinero para el deporte siempre y cuando no fuera para los deportistas, que no fuera para los muchachos de alto rendimiento ni para quienes competían por medallas en los llamados campeonatos paraolímpicos, a ellos mejor los mandaban a botear.
Más odiados todavía estaban los niños, los equipos de estudiantes, hasta el feo les hacían, los acusaban de pediches, los menospreciaban, y tan cierto es lo dicho que circulan fotografías donde los dejaron dormir en la calle, en banquetas de hoteles, en autobuses viejos.
Eso sí, siempre estuvieron atentos para colgarse cualquier logro posible de los antes mencionados, y los lucieron con un descaro que hasta miedo da.
Viene la historia porque observamos a un muchacho de 29 años, dicen quienes lo conocen, dando una entrevista sobre el tema, por un cintillo nos enteramos que se trata de Carlos Fernández Altamirano, el nuevo Director del Instituto Tamaulipeco del Deporte quien aprovechó el espacio y acusó lo que todo mundo sabe, que en esa institución hubo malos manejos.
“Hubo practicas que no eran correctas”, así lo mencionó para ser precisos, igual dijo que hizo falta emplear los recursos de mejor manera.
Luego explicó que a partir de la fecha el recurso se aplicará en los deportistas, que la tarea es que cada uno de ellos sepa cuánto dinero hay, en qué se puede emplear, quiénes pueden competir por el mismo, a qué programas puede acceder cada uno de ellos.
No solo eso, habló de que buscarán a la iniciativa privada para que le entre con recursos, que además llamarán a todas las autoridades municipales para que haya una coordinación real, trabajo conjunto.
El deporte, dijo, será la forma como saquen a los niños y jóvenes de la violencia y la inseguridad y que con el mismo se evitará que tengan malos pensamientos.
Afirmó que se tratará de que los muchachos entiendan que si ellos tienen facultades y lo desean también se podrán profesionalizar para aprovechar sus momentos.
Aunque suene romántico la realidad es que el titular del deporte tiene razón, un joven que quiere competir en cualquier deporte no consume ni piensa en drogas, tampoco tiene tiempo de dedicarse a las maldades, los niños que tienen oportunidades de ser seleccionados municipales o estatales, que tiene oportunidad de competir a nivel nacional, quedan marcados para siempre de buena manera y claro que pueden soñar con ganarse la vida de la forma como a ellos les gustaría, jugando fútbol, beisbol, o cualquier otro deporte que se profesionalice.
Tiene razón, desde hace muchos sexenios eso no se puede, o no se pudo, ni siquiera soñar en Tamaulipas, el dinero se iba para los Correcaminos, o mejor dicho, para quienes estaban al frente y detrás del negocio llamado Correcaminos y otra pequeña parte se utilizó para nada o casi nada, para tener instalaciones cuya construcción dejó mucho dinero a empresas de esta región y que nadie aprovecha o no les permitían aprovechar.
El caso es que hoy Fernández Altamirano habló a diversos medios sobre las irregularidades localizadas pero hay algo que llamó más la atención o que nos hace tener la esperanza de que no vendrá por el dinero que le toca disfrutar a los niños y jóvenes que hacen deporte en el Estado, una frase que parece intrascendente pero que resulta increíble para quienes hemos visto políticos desde hace más de 20 años.
“Para los funcionarios del deporte habrá austeridad, yo vengo en mi carro porque me parece innecesario utilizar los oficiales, los tenemos, pero considero que se deben usar solo en las situaciones que lo ameriten”.
Por supuesto que de la entrevista fue esta última parte la que da esperanza, de entrada no hay la voracidad que se vio en sexenios anteriores y se advierte a los subalternos que tendrán que hacer un uso adecuado de recursos, eso es un avance.
Mire usted, según las malas lenguas Inés Sainz se hacía pagar hasta 800 mil pesos por venir a amadrinar al Correcaminos y otras cositas y si de ello pasamos a un Director del Deporte como Fernández Altamirano que usa su propio coche para moverse en la ciudad, que tiene estudios especializados en el deporte en Estados Unidos, que es egresado del Tec y que algo le cuesta el puesto, pues la esperanza debe existir.
Quizá lo de Inés Saínz no sea lo peor, tal vez haya más transas en el área del deporte que merezcan investigarse y sancionarse con cárcel como lo dijo el Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca en su discurso de toma de protesta, hay acciones nefastas a las cuales se tiene que hacer justicia, más porque ciertamente el deporte pudo ser algo que alejará a los muchachos de la violencia, de la delincuencia, y en lugar de ello se prefirió cumplir caprichos con el presupuesto destinado al mismo.
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