Kínder urge apoyo para energía eléctrica

Niños padecen por ola cálida

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Hugo Reyna / Corresponsal

Una población escolar de 240 niños, cuyas edades fluctúan entre los 4 a 6 años de edad. Padecen por la intensa ola calidad y la ausencia de aires acondicionados en las aulas del Jardín de Niños “Enrique Cárdenas González” en la colonia Hidalgo.

Luz Elena Garcia. Directora del plantel escolar, expuso al ser entrevistada que todo inicio, desde agosto del año 2024, cuando iniciaron los problemas con el abasto del suministro eléctrico suficiente para hacer funcionar los equipos de aire acondicionado

Tras varias fallas y averías en los medidores, por causa de sobrecargas de consumo de energía. La Comision Federal de Electricidad, tras un peritaje a inspección técnica, determino la necesidad de una sub-estación, misma que asciende a poco más de 150 mil pesos.

-Hemos iniciado diversas peticiones y gestiones ante el Centro Regional de Educación y Desarrollo (Crede) ante el gobierno municipal de Reynosa, que desde octubre del año pasado les solicitamos su apoyo.

Empero, no hemos tenido respuesta y mientras tanto cientos de niños sufren por las condiciones climáticas, pues los aires acondicionados no pueden funcionar y con el uso de ventiladores que los padres de familia han colaborado, no es suficiente para mitigar los efectos de la ola de calor, que recrudecerá en los próximos dias e inicio del verano-, dijo la directora educativa.

En sus declaraciones exhibió los múltiples oficios que se han girado a dependencias de gobierno- sin respuesta alguna- por lo que elevó la petición para atraer la atencion de las autoridades y asumir que se trata de un beneficio colectivo para muchos niños, que en condiciones deplorables tienen que continuar con su enseñanza.

“Solicitamos la atencion de las autoridades de gobierno y la Secretaria de Educación Federal y Estatal, asi como legisladores que deseen colaborar con nosotros y solucionar esta necesidad, en beneficio de los niños”, asentó.

Mientras hay respuesta a esta sensible petición. Los pequeños realizan sus actividades cotidianas, aparentemente alejados de la problemática que agobia a sus maestros y padres.

Sus clases siguen con apoyo de ventiladores, pero el poco aire que estos proveen, es insuficiente para que puedan cómodamente realizar su jornada escolar. Solo esperan empatía y respuesta solidaria, de donde provenga.