Como pocos, Egidio Torre Cantú maltrató a la burocracia hasta hacerla pintarse de azul, fue, aunque muchos lo duden, desde las oficinas gubernamentales donde se orquestó parte del triunfo del hoy gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
“Se la debía al pueblo pero su arrogancia y rencor lo cegaron y nos partió la madre”, fue la frase que un ex director de una dependencia gubernamental le recetó a Egidio.
Luego explicó el enojo de la burocracia, “Al inicio del sexenio había trabajadores con compensaciones de 500 pesos, de mil pesos, para el gobierno en realidad no significaba nada de ahorro el quitarlas pero lo hizo por miserable, para quedarse con ellas para darlas a sus amigos, además a la administración no le hacía daño ese gasto porque tenía a la gente contenta y rendían más pero a los trabajadores si los quebró, les quitó comida, los pasajes de sus hijos, los libros, o una computadora o celular comprado a plazos y por esa razón, más las despensas que también se dejaron de dar el primer año, nos ganaron los del PAN las Senadurías y seis de ocho Distritos federales en disputa en su primera elección”.
Dice que el daño a la burocracia en realidad fue bastante grande, que las compensaciones a la raza que trabajaba se redujeron todos los años hasta quedar a un tercio o menos en relación a lo que obtenían con Geño.
“Mira, hay un detalle que no se me olvida, en diciembre la gente, la burocracia, estaba siempre pensando en la posada y en aquel tiempo en el pavo, la cena, o un beneficio que se les hacía llegar para ese fin desde hacía por lo menos 25 años, ni Cavazos lo quitó, pues Egidio sí, no solo eso, las posadas de ser las grandes fiestas que les alegraban el fin de año a los trabajadores pasaron a comidas o cenas “de traje”, y no, no creas que se ahorraron el dinero se lo gastaron siempre aunque no se sabe en qué”.
Detalla que el grupo de Rodolfo Torre Cantú, el que lo llevó a ganar la elección, también fue castigado como si los hubieran acusado de asesinato, que muy pocos de sus colaboradores cercanos fueron llamados a la nómina, muchos de ellos fueron perdonados pero hasta el tercer año o más.
Con esos argumentos tiene la certeza de que los burócratas votaron por Cabeza de Vaca, que deseaban mostrarle al gobierno su rechazó, castigarlos por haberles impuesto un hombre que se porto miserable, que fue un malagradecido ya que se olvidó de todos los suyos para beneficiar económicamente a personajes que se portaron como sus cómplices, sus cercanos y cosas parecidas.
Claro, la historia tiene un objetivo, darle datos a unos poquitos funcionarios panistas que se han puesto a asustar a los trabajadores sindicalizados con que los van a correr, también a despedir a los que estaban por contrato o eran de confianza sin siquiera evaluarlos.
Es real, muchos de los que traen en su lista se deben ir por una simple razón, costaban muy caros a la administración y no hacían nada, eran aviadores disfrazados de cualquier cosa, otros se deben retirar porque nunca entraron a la administración pública sino que eran los choferes particulares de las esposas de los altos funcionarios de gobierno, es decir, gente de mucha confianza de quienes se fueron.
Quizá también deban correr a quienes se fueron a las campañas por gusto, por una apuesta a mejorar su futuro, pero indudablemente deben tener más cuidado con la base trabajadora, con quienes van a sacar la chamba, con quienes tienen la experiencia y la capacidad para hacer que el gobierno de resultados.
Un punto a favor de la burocracia, de la gente de a pie, de los que realmente chambean para desquitar sus sueldos y compensaciones son las palabras del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca en el sentido de que habrá siempre una evaluación para cada trabajador, de un trabajo serio con cada uno de ellos para no equivocarse, para no dañar a quienes realmente lo único que han hecho es trabajar para el gobierno.
Quizá sea tiempo para que el gobierno emita un boletín y tranquilice a los trabajadores, que les diga cómo será el trabajo de depuración y las evaluaciones porque crecen y crecen los rumores de que despedirán a todos, que los van a obligar a regresar salarios, que se les levantarán actas y acusarán de delitos y muchas cosas parecidas que usted y yo sabemos que son falsas pero la raza no, y de verdad anda estresada.
Por supuesto, hay quien le abona desde las redes sociales a inflar el supuesto malestar, como en el falso comunicado donde se decía que descontarían salarios a quienes sean sorprendidos hablando por celular.
Una cosa no tiene vuelta de hoja y es que la burocracia no tiene color, tiene agradecimientos y trabaja con quien la trata bien, de eso hay pruebas suficientes, pero también sabe responder como lo hizo al sumarse al trabajo para sacar al PRI del gobierno del Estado.
Egidio se portó malagradecido con la raza trabajadora y sus resultados en la administración fueron desastrosos en muchos aspectos, esa es la razón por la que, ojalá, los funcionarios de este gobierno deben ponerse a repasar el discurso de su jefe y lo entiendan, que comprendan que la orden es hacer un gobierno sin rencores, sin miedos, de resultados, que beneficie al pueblo, y si, entre el pueblo está la burocracia, la de a pie, la que hace que una administración funcione de la mejor manera sin que se lleve reconocimiento alguno.
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