De 2000 hasta 2012, el 46% de los mexicanos experimentó movilidad ascendente, es decir, mejoró sus ingresos hasta salir de la pobreza.
Agencias.
México.- En México, 53 millones de personas corren el riesgo de volver a caer en la pobreza, según el «Informe regional sobre desarrollo humano para América Latina y El Caribe».
Elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el reporte documenta que, entre 2000 y 2012, el 46 por ciento de los mexicanos experimentó movilidad ascendente, es decir, mejoró sus ingresos hasta salir de la pobreza o ascender desde la clase media.
«(En América Latina) salieron cerca de 72 millones de la pobreza en los últimos 10 años. Entraron 94 millones de personas a la clase media», explicó en conferencia de prensa George Gray, coordinador de IDH regional y economista en jefe del PNUD.
«La gente que salió de la pobreza, pero no ingresó a la clase media, es un conjunto de 224 millones de personas en América Latina y, en nuestra estimación, 53 millones de personas en México».
Aunque México amplió su reducción de pobreza, también aumentó la población vulnerable que vive con 4 a 10 dólares al día.
Dicha población incluye al 43.1 por ciento de la población, del cual 80 por ciento vive en las ciudades.
Además, 16.2 por ciento de los mexicanos vive en pobreza extrema, con 2.5 a 4 dólares diarios, y 27.2 por ciento pertenece a la clase media.
«Los determinantes de recaída en la pobreza están vinculados en la existencia o no de un sistema de protección social: transferencias, seguros de desempleo.
«Segundo, que los hogares vulnerables sean dueños de su propio vehículo, vivienda. Ese activo transforma ingresos en bienes duraderos, que toma 15 o 20 años», expuso Gray.
Para evitar la recaída en pobreza, urgió a tener sistemas de cuidado para niños y adultos mayores, lo cual permita que la mujer ingrese al mercado laboral y no tenga una doble carga de trabajo.
Por último, destacó que la falta de calificación laboral permanente afecta a la juventud, y provoca alta rotación laboral.
Gray insistió en que el Gobierno mexicano, junto el resto de los gobiernos latinoamericanos, no puede continuar con las mismas políticas sociales para combatir la pobreza, ya que fallará en el objetivo de erradicar la pobreza extrema para 2030.
El coordinador recomendó mayor articulación intersectorial y territorial para elaborar políticas; abordar el ciclo de vida de las personas y fomentar la participación ciudadana.
Además, abrir el debate sobre el sistema de pensiones, ya que sólo el 36 por ciento de la población está cubierta.