AGENCIAS.- Para tener un cuaderno inteligente no hacen falta microchips ni sistemas operativos. Lo han demostrado Joseph Lemay y Jake Epstein de Boston, Estados Unidos, creadores de Everlast Notebook, una libreta que permite borrar la tinta al frotar con un paño húmedo y subir la información a la nube escaneando la página con una aplicación móvil. En la web de crowdfunding Kickstarter, donde buscan financiación para comercializar su creación, han recaudado 1,7 millones de euros, un 7.000% más de su objetivo inicial, que eran solo 24.500 euros.
El papel de las hojas tiene un aspecto y textura iguales a los de un cuaderno tradicional, pero está hecho de poliéster sintético. Sus creadores trabajaron en estrecha colaboración con expertos de la industria del papel, así encontraron la mezcla óptima de materiales para crear páginas que podían limpiarse pero que también permitían escribir de forma natural, sin brillos ni sensación de estar escribiendo en un plástico.
El único requisito es utilizar un bolígrafo de gel de la gama Frixion de Pilot. También funciona con otros bolígrafos, según los padres del invento, pero no pueden garantizar que la tinta se elimine de manera tan efectiva. El poliésteres un material poco absorbente, por eso la tinta gel del bolígrafo no se fija de forma permanente. También por eso repele y no se empapa con el agua con el que se limpian las hojas. El papel, sin embargo, es mucho más poroso, por eso la tinta permanece y el agua lo estropea.
La libreta permite borrar la tinta al frotar con un paño húmedo y subir la información a la nube escaneando la página con una aplicación móvil
Las páginas se pueden escribir y borrar continuamente y, sin embargo, es posible conservar la información eliminada. Para conseguirlo, los creadores desarrollaron la aplicación Rockbook, que escanea las hojas y las envía directamente a la nube. Para seleccionar a qué servicio estás enviando la información, solo hay que tachar uno de los iconos que hay dibujados en la parte inferior de cada hoja del cuaderno. Cada uno de ellos está preconfigurado y conectado con un servicio en concreto de la nube.
La información se puede enviar a cualquier carpeta dentro de Dropbox, Evernote, Google Drive, Box, Slack o una dirección de correo electrónico. Cuando se marcan esos botones mágicos en la página, la aplicación archiva automáticamente la imagen escaneada y mejorada en el lugar que corresponde. Según cuentan Lemay y Epstein, buscaban unir así “la utilidad de la nube y el placer de escribir en papel”. Para mantener el orden de las páginas al guardarlas en la nube, cada hoja tiene un código QR que indica a la aplicación el número que ocupa. Eso asegura que las hojas se almacenan en el orden correcto.
Los creadores siguen defendiendo el uso de papel y boli, pero sin renunciar a la tecnología. Se basan en estudios como el publicado por el Journal of Learning Disabilities en julio del año pasado, que concluyó que escribir a mano en lugar de con un teclado ayuda a procesar y retener mejor la información. Además, varias investigaciones muestran una correlación importante entre trabajar con las manos y un incremento de la memoria y la creatividad.
Los creadores de esta libreta reutilizable querían conservar los beneficios de escribir a mano y darle un toque tecnológico, pero sentían que la industria de la papelería se había rendido con la innovación. “El cuaderno da una vuelta de tuerca a los productos tradicionales. Proporciona una experiencia clásica de lápiz y papel, pero está pensado y construido para la era digital”. Esta no es la primera vez que Lemay y Epstein triunfan en Kickstarter. En 2015 recaudaron casi 1,4 millones de euros para crear una libreta cuya tinta se podía borrar al meterla en el microondas. “Esa opción requería tener acceso a electricidad y al micro, ahora buscamos hacer algo que siga en esa línea y se pueda utilizar en cualquier lugar y con pocos recursos”, explican.