Condena mundial por ataque en Siria con armas químicas

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Agencias
Damasco.- Un supuesto ataque químico dejó más de 50 muertos en una localidad norteña siria, dieron a conocer activistas sirios de oposición, que describieron el suceso como el peor ataque en los seis años de guerra civil.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que monitorea la guerra en Siria, dio una cifra de 58 muertos, 11 de ellos niños, mientras que el Centro de Medios de Idlib, otro grupo activista, informó de docenas de muertos.

El Centro de Medios publicó un video en el que se veía a personal médico intubando a un hombre inconsciente, al que se había desvestido salvo por la ropa interior, y conectando un respirador a una niña pequeña a la que le salía espuma por la boca.
Ni el gobierno en Damasco ni alguna agencia internacional hicieron comentarios sobre el suceso en un primer momento.

Se trata de la tercera acusación sobre un ataque químico en Siria en una semana.

Las dos anteriores se reportaron en la provincia de Hama, en una zona cercana a Khan Sheikhoun, donde se habría producido el ataque del martes.
La Sociedad Médica Sirio Estadounidense, que apoya a hospitales en territorio controlado por la oposición, dijo haber enviado un equipo de inspectores al lugar antes del mediodía y que había una investigación en marcha

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Los activistas sirios no tenían información sobre qué agente podrían haber empleado en el ataque, que atribuyeron a un bombardeo del gobierno sirio o de aviones rusos de combate.

En un primer momento tampoco estaba claro si todas las muertes se debían a la asfixia o a lesiones sufridas en el bombardeo.
Los hospitales improvisados se llenaron rápidamente de personas con síntomas de asfixia, explicó un activista.

El hospital en la cercana Sarmin —también en la provincia de Idlib, y a donde se trasladaron algunos de los casos graves— está equipado para responder a ataques químicos de esa clase porque la ciudad también sufrió un ataque en los inicios de la insurgencia siria, explicó Mohammed Hassoun, un activista de medios en Sarmin.

Ese hospital se encuentra a unos 50 kilómetros del lugar del ataque.
“Debido a la cantidad de heridos, fueron distribuidos en la zona rural de Idlib”, explicó por teléfono a The Associated Press. “Aquí hay 18 casos graves. Estaban inconscientes, tuvieron ataques y cuando se les administró oxígeno, sangraron por la nariz y por la boca”.
Hassoun, que estaba documentando el ataque para la sociedad sirio-estadunidense, dijo que los médicos en el lugar habían dicho que probablemente se había empleado más de un gas.

“El gas cloro no causa esas convulsiones”, dijo, añadiendo que los médicos creían que se había utilizado gas sarín.
Hussein Kayal, fotógrafo del Centro de Medios de Idlib, mencionó que le había despertado el estallido de una bomba en torno a las 6:30 de la mañana.

Cuando llegó al lugar no había un olor identificable, señaló.
Allí encontró a familias enteras dentro de sus casas, tiradas en el suelo, con los ojos abiertos e incapaces de moverse. Tenían las pupilas contraídas.

El fotógrafo dijo que se había puesto una máscara y que él y otros testigos llevaron a las víctimas a una sala de urgencias, donde las desvistieron y las lavaron con agua.