Agencias
México.- Toyota Motor ha anunciado que invertirá 1,300 millones de dólares en su factoría de Kentucky (Estados Unidos), donde produce la berlina Camry. El fabricante nipón de vehículos también ha destacado que está considerando aumentar la capacidad en Estados Unidos, según un comunicado recogido por Efe Dow Jones. Ambas decisiones podrían descongelar las relaciones del gigante japonés del automóvil con la administración del presidente Donald Trump. El plan de inversión lleva tiempo gestándose y coincide con la introducción de cambios en los productos del grupo en Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se atribuyó el mérito del plan de Toyota, ensalzando el gasto de un fabricante de automóviles japonés al cual ha criticado por construir una planta en México. Sin embargo, Trump vuelve a obviar, como sucedió a finales de marzo con una inversión de Ford, que se trata de un plan de gastos concebido mucho antes de que Trump fuera presidente. No obstante, la manera en que se los promueve es novedosa. En vez de enfatizar la rentabilidad, Toyota está destacando un gasto holgado y la ya anunciada adición de 700 puestos de trabajo. El presidente ha tomado nota. El anuncio de Toyota «es una prueba más de que los productores fabriles ahora confían en que el clima económico ha mejorado mucho bajo mi administración», dijo Trump en el comunicado del fabricante de automóviles el lunes. El anuncio se produce después de que Donald Trump criticase a principios de año a Toyota por su plan de construir una fábrica en Guanajuato (México) por valor de 1,000 millones de dólares. La primera critica de Trump a Toyota fue en enero y en marzo, durante una visita a Detroit, el presidente estadounidense volvió a sacar el tema de México al principal ejecutivo de la automovilística japonesa en Estados Unidos, Jim Lentz, a quien le dijo que tenían que construir plantas allí.
