Casi lloro de emoción y es que veía los números y me ganó el sentimiento.
El INEGI, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, hizo todos los análisis habidos y por haber para descubrir que de enero a marzo de este año en México crecimos económicamente.
Es más, no sólo “somos” más ricos sino que crecimos en cifras no vistas desde hace tres años, por si fuera poco, si le parece ridículo ese éxito, le agrega que vamos bien aún contra todos los pronósticos, contra viento y marea, contra Donald Trump con sus locuras, hasta contra la violencia, inseguridad y temor de los empresarios por invertir en este México lindo y querido.
Dice el INEGI que el primer trimestre del año el Producto Interno Bruto creció en un 2.8 por ciento que es una tasa superior al mismo periodo del año pasado, que dentro de los principales componentes las actividades primarias se incrementaron en términos reales 6.6% con base en cifras originales, que las actividades secundarias también crecieron y las terciarias todavía más respecto a lo que se tenía previsto.
Le digo, casi me vuelvo loco de la emoción por tan buenas noticias en materia económica y he de confesarle que si no estalló mi cerebro nomás fue porque lo ocupé pensando en cual carro compraría, diseñando la casa que tanta falta hace y, de urgencia, ir a ponerle unos 10 litros de gasolina al coche que ahora disfruto para ya después ir averiguando que es eso del PIB, de los principales componentes, los términos reales y todas esas cosas tan bonitas que nos están haciendo creer los muy muy.
Ya con los 10 litros de gasolina, que sigue cara de a madre y por tanto me hizo dudar de que fuéramos ricos, y con ganas de aclarar mis dudas lo primero hice fue revisar las bolsas de mi pantalón y el saldo en mi tarjeta y ahí fue donde ya no me sentí tan bien, apenas me alcanzó para una coca light que me dio suficiente fuerza para refrescárselas a los del INEGI, a sus papás del gobierno federal también iba a recordarles la madre pero con la realidad que golpeaba mis finanzas me frene al afirmar, por sentido común, que no la tenían y que sería mejor dejárselas descansar en el cielo.
Ya en serio, la realidad es que la noticia del supuesto crecimiento económico de México en los primeros meses del año no suena a una buena noticia sino a un recordatorio maternal para los más pobres que ven el kilo de aguacate casi en los cien pesos, los precios del tomate, chile, huevo y la carne igual por las nubes, que observan cómo no alcanza para surtir la despensa en la quincena y que ya casi se hace imposible llevar a los niños a la escuela en micro y ni pensar en hacerlo en coche.
¿Cómo puede un gobierno lanzar campanas al vuelo con un anuncio de supuesto crecimiento económico si la gente como usted y yo no traemos un peso a la bolsa?, la verdad no existe una sola explicación más que su necedad de burlarse de los más pobres, la terquedad, soberbia y hasta tontejez de pretender jugarle el dedo en la boca al ciudadano en busca de votos futuros.
La acción de decir que crecemos económicamente más que una buena noticia parece el reto directo al ciudadano, es rascarle las costillas al tigre, al pueblo, aún cuando el gobierno sabe que está enojado, harto, hasta la madre, a punto de estallar en una revolución precisamente porque no tiene para comer tres veces al día, no le alcanza para la escuela de sus hijos o estos se les están muriendo de enfermedades que se curan con cualquier cosa pero que los avanzados estados de desnutrición que presentar no les permiten reaccionar favorablemente a tratamientos y si, porque la violencia e inseguridad nos provocan estrés y ganas de buscar venganzas.
Lo dicho, usted y yo estamos locos y seguramente es pura imaginación eso de que no tenemos un peso en la bolsa, ni un buen carro o una casa, la realidad, la pura neta y hasta con números en la mano, hoy nos las restriega el INEGI en nuestra cara, estamos creciendo económicamente, como dice el raanchero, semos ricos y la prueba es que las actividades primarias, secundarias y terciarias muestran un comportamiento favorable no visto desde el tercer trimestre del 2015… ta´ bueno, como no sé si invitarle a reír o llorar mejor le solicitó que se una a la porra de este pueblo y que saludemos a todos esos funcionarios que ahora no solo nos tienen jodidos sino que hasta se burlan de todos nosotros diciendo que nuestra economía crece con todo y que no traemos un centavo en la bolsa.
En otras cosas… muy temprano en una entrevista que ofreció en Palacio, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca informó que los tornados, lluvias y demás fenómenos climáticos que se presentaron ayer en la frontera de Tamaulipas hasta ese momento contabilizaban solo daños materiales, el cierre momentáneo de un puente internacional pero que no hay pérdidas humanas.
Dijo que se siguen evaluando los daños para dar a conocer una respuesta rápida a la gente que haya sido afectada, que están todos los servicios de salud y socorro necesarios en esa parte de Tamaulipas y siguen las gestiones para que la CFE repare los daños y restablezca el suministro de energía lo más pronto posible lo que permitirá bombear agua y que otros servicios como los de telefonía se normalicen
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