O sea, si pero no…

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Sonriente, con esa facha de alegría que solo puede colocar un político cínico, farsante, hace un par de días salió el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a anunciar con bombo y platillo que la economía nacional presentaba un crecimiento que no se observaba desde hace algunos años.

Las cifras, dijo, las obtuvo el INEGI en sus mediciones cotidianas por lo que representan datos reales.

Obvio que ni siquiera se requiere ser inteligente para dudar de las palabras del presidente, el sentido común y las cuentas que aparecen a la hora de surtir las despensas nos alertan de inmediato sobre una probable mentira y la misma es confirmada apenas se revisa uno las bolsas del pantalón y no se encuentra un centavo en las mismas.

En ese afán de jugar con la inteligencia de la gente, un día después de los dichos de Pea Nieto se anunció, otra vez por el INEGI, que el poder adquisitivo de los trabajadores, el salario, se había recuperado casi un tres por ciento, en cristiano eso significa que supuestamente usted puede comprar más con lo que gana de sueldo.

Ambas noticas se repitieron mil veces, se retuiteraron mil veces, se compartieron en facebook mil veces, da la impresión de que los viejos teóricos en materia de comunicación resucitaban y le inyectaban en la cabeza a los nuevos gobiernos aquella máxima de que la mentira repetida mil veces se convierte en verdad en la mente del pueblo.

Los tiempos han cambiado, hoy las mentiras repetidas mil veces siguen siendo mentiras, difícilmente se convierten en una verdad para el pueblo porque cada vez está más informado, además elige a quien creerle y difícilmente se va con la finta cuando las fuentes de información no son confiables para él.

Todavía más, dos mentiras de ese tipo, la de que vamos bien en economía y mejor en materia de recuperar el salario, esas no las puede creer un pueblo con hambre, que batalla para comprar la despensa para la semana, que apenas hacen una o dos comidas al día y soñando colocar en sus platillos un pedazo de carne, un delicioso aguacate, un par de huevos bañados en una salsa de chorizo con tortillas de harina, vaya, a veces ni para frijoles alcanza.

La verdad es que con sus puros dichos Enrique Peña Nieto ya le partió toda su mandarina en gajos a las leyes de economía, las que tienen que ver con administración y finanzas, es más, hasta el sentido común es rebasado por sus dichos llenos de alegría y optimismo en el futuro económico de México.

El caso es que todos estos días trató el gobierno por todos los medios dibujarnos un país en franco crecimiento, lástima por ellos, la terrible realidad los desenmascara de inmediato, los bolsillos vacios de nuestro pueblo, el hambre, la enfermedad y las diversas necesidades nos obligaron a no creerles ni media palabra.

Tal vez por ello se arrepintieron, quizá alguien les metió un gol, no se sabe, el caso es que todas esas declaraciones triunfalistas de principio de semana no soportaron tres días de buena vida, este miércoles el INEGI, el mismo que nos pretendía hacer creer que vamos a toda madre, le dijo a los mexicanos que había un ligero problema, que la inflación que se registra en los primeros meses ya rebasa el 6 por ciento y los datos dicen que es la mayor en los últimos ocho años.

Obvio que la palabra inflación la entendemos todos, son aumentos en los productos o servicios básicos, el transporte, alimentos, medicinas, ropa, vivienda, colegiaturas, entre otras cosas y no solo la entendemos en su concepto, la inflación la sentimos y nos duele tan profundamente como cuando no nos alcanza para la comida o la gasolina del coche.

Cierto, ya nadie entiende realmente lo que pasa en México, los primeros días de la semana nos dicen que vamos bien, que provocamos envidia en el mundo y hoy, si, hoy, nos dicen que cada vez está más cara nuestra vida, o sea, crecemos económicamente, el salario recuperó el poder adquisitivo si vamos bien pero no, la inflación nos está destruyendo a todos.

En otras cosas… El Sistema DIF Tamaulipas que preside Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca, concluyó las brigadas asistenciales “Un Gobierno Cerca de Ti” en el altiplano tamaulipeco, donde miles de familias de los municipios de Jaumave, Palmillas, Bustamante, Palmillas, Tula y Miquihuana recibieron atención conjunta de las Secretarías de Educación, Salud, Bienestar Social, Medio Ambiente, Finanzas, del Trabajo Procuraduría General de Justicia del Estado, General de Gobierno y DIF Tamaulipas que llevaron más de 41 servicios, entre los que destacan trámites ante el Registro Civil, la Oficina Fiscal con descuentos de hasta el 50 por ciento en el pago de licencia de manejo y en derechos vehiculares, afiliación al Seguro Popular, además de recibir apoyo psicológico, consultas médicas, higiene bucal, orientación a jóvenes para la prevención del embarazo en adolescentes, entre muchos otros servicios.

«Esta brigada que hoy realizamos con tanto cariño es mucho más que un programa social, es la visión y el compromiso de un nuevo DIF más cercano y más humano, queremos que ustedes puedan acceder a muchos beneficios, consultas médicas, talleres, asesorías legales o información, que sus hijos puedan tramitar una beca, todo en un mismo lugar sin tener que viajar largas distancias. Sabemos que cada municipio tiene sus propias necesidades y queremos conocerlas de primera mano» dijo Mariana Gómez durante su visita a estos municipios.

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