Festejan aniversario del ejido ‘Emiliano Zapata’

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La fiesta dura hasta que el cuerpo aguante o se cansen los músicos

Por: Felipe Martínez Chávez
Ejido Emiliano Zapata, Municipio de Llera.- A lomo de sus caballos, tal y como sus ancestros llegaron a la región en busca de un mejor futuro, los habitantes de esta comunidad celebraron el 90 aniversario de su dotación ejidal.
Para ellos lo más importante son “sus viejos”, los 105 jefes de familia que en 1927 llegaron hacha en mano a desmontar y construir los canales de riego de que ahora disfrutan. Los honran, conservan en alto sus nombres.
El historiador es Gumersindo García, descendiente de aquellos primeros. Dice que le afectaron las tierras a la hacienda La Reforma, cuyas casas están aquí cerquita.
Es más, “hasta le compramos las diez hectáreas del casco”, señala otro de los ahí presentes.
Los que tienen caballo participaron en la cabalgata, los que no, pidieron prestado o agarraron mulas y burros. Lo mas importante es la presencia.
Salieron desde orillas del Río Guayalejo en la cabecera municipal. Al frente del contingente el presidente municipal Héctor de la Torre Valenzuela, miembros del cabildo y funcionarios.
Son alrededor de ocho kilómetros, pero hicieron mucho tiempo. Es que Héctor se va deteniendo a lo largo de la ruta –el viejo camino a Horcasitas-, la gente le hace peticiones y él da soluciones desde el lomo de su penco.
El comisariado Saúl Lara Morales –quien está por entregar el bastón de mando- se muestra inquieto; es el responsable del evento.
Habrá comida para todos, monta de toros y, por la noche, baile “hasta que el cuerpo aguante”.
Ahora son 130 ejidatarios.
Se dedican a la citricultura, ganadería y, en los últimos años, rentaron parte de sus tierras a una empresa que instalará generadores eólicos de electricidad.
Aquí los conocen mejor como “los papalotes”.
El sol de las dos de la tarde cala profundo. Chicos y grandes “sombrean” en la plaza, por el rodeo. Ya están aquí ocho toros para la monta. Vienen otros cuatro del ganado de “Pancho” Torres,
A la espera de los cabalgantes, los responsables del ejido dan cuenta de su progreso. Tienen escuelas desde preescolar a bachillerato, luz y una planta que genera agua purificada. Ya tiene algunas calles pavimentadas.
Precisamente hoy, en el 90 aniversario, De la Torre y su gente dieron el arranque de la pavimentación hidráulica del acceso principal hasta la carretera Llera-Zaragoza. Resolverá muchos problemas a los aproximadamente mil habitantes de la comunidad.
Está el líder de la CNC, Juan Manuel García (originario de Zapata); Pedro Salas, el delegado municipal y los comisariados “que viven”.
La comida es en la Casa Ejidal. Las mujeres pusieron el mejor de sus empeños.
Al micrófono, Gumersindo recuerda al primer Comisariado, Serapio Tovar, y menciona otros de aquellos que lucharon por la tierra como Policarpio López, Tomás Carreón, Everardo Saldaña…
-Hombres valientes que afrontaron los retos de su destino–, agrega mientras pide un largo aplauso para ellos-.
Todos ya fallecidos, en memoria de ellos los presentes se quitan el sombrero y las gorras.

LO QUE LES TRAJO “EL SAPITO”
Esta comida se sirve “por turnos”. El que ya comió le deja el espacio al que falta.
Mientras la gente disfruta el guisado, picadillo y arroz, refrescos y cervezas, De la Torre toma la palabra.
Levanta su mirada a la techumbre que cobija el evento y señala:
-El Sapito (su apodo) la trajo ¿recuerdan?… Los compromisos que firma Héctor de la Torre son una realidad.
Como lo reconocen los presentes, fue una obra de su primer trienio como alcalde en el ciclo 2008-2010.
No deja de mencionar la pavimentación que acaba de arrancar, a lo cual los presentes aplauden:
-Había el proyecto de echarle tierrita a las calles… Decidimos que ya necesitan pavimentación.
Da cuenta de un dren pluvial que está en marcha en el ejido, para evitar el golpe de agua que se genera desde kilómetros atrás.
En seguida, acompañado de su esposa Patricia Quintanilla, se despide de cada uno de los asistentes.
– Les traje una banda para que amenice el jaripeo –menciona.
El permiso del baile es “hasta que se cansen los músicos o se le hinchen los pies a los bailadores”, cualquiera, lo que suceda primero.