Liu Xiaobo, emblema de la lucha por la democracia en China, salió de prisión tras habérsele diagnosticado cáncer terminal
Agencias
Beijing.- El premio Nobel de la Paz chino, Liu Xiaobo, emblema de la lucha por la democracia en China, salió de prisión tras habérsele diagnosticado el mes pasado un cáncer de hígado en fase terminal, anunció su abogado.
La enfermedad fue diagnosticada el 23 de mayo pasado y Liu Xiaobo, de 61 años, fue liberado unos días después en libertad condicional, agregó Mo Shaoping.
Veterano de la disidencia china, Liu «recibe atención en el hospital de Shenyang (en la provincia de Liaoning, noreste). No tiene ningún proyecto particular. Recibe sólo atención médica por su enfermedad», declaró el abogado.
Liu Xiaobo, antiguo profesor, intelectual y disidente, purgaba desde 2009 una pena de 11 años de reclusión por «subversión», tras haber coescrito un texto, la Carta 08, en el que aboga por la democracia en China. Le quedaban aún tres años de su condena por cumplir.
El disidente recibió en 2010 el Premio Nobel de la Paz cuando ya estaba encarcelado. Debido a su ausencia, el galardón le fue entregado de forma simbólica el 10 de diciembre de 2010 en Oslo. El disidente estuvo representado por una silla vacía.
Liu Xiaobo, único Nobel de la paz encarcelado en el mundo, se había convertido en un símbolo molesto para el régimen comunista, al que Washington y la Unión Europea, así como varios otros países, reclamaban su liberación.
Luego del anuncio de su salida de prisión, sus respaldos expresaron la inquietud por su estado de salud y se indignaron por el trato que le reservó Beijing.
«¡Es agregar daños físicos al insulto! Liu Xiaobo fue diagnosticado con una enfermedad grave en prisión, en donde nunca hubiese tenido que estar», señaló Patrick Poon, investigador de Amnistía Internacional.
«Las autoridades chinas deben asegurarse inmediatamente que Liu Xiaobo reciba un tratamiento médico adaptado, con un acceso efectivo a su familia», agregó Poon que pidió asimismo que Liu beneficie «inmediatamente» de una liberación «incondicional».
Su Yutong, una periodista y activista china exiliada en Alemania, dijo estar por su parte «extremadamente consternada y entristecida». «Las autoridades deben dejarlo viajar al extranjero para que reciba atención adecuada», dijo.
«Ignoramos si fue sometido a torturas o tratos inhumanos en prisión. Pero (…) no podía escribir, ni expresarse, ni ejercer su libertad de pensamiento: lo que, como intelectual, tuvo que ser la peor de las torturas», estimó.
La situación de la esposa de Liu, Liu Xia, está además en suspenso. Según Patrick Poon continuaba en arresto domiciliario.
Aunque no sea objeto de ninguna acusación oficial, Liu Xia, en arresto domiciliario en Beijing desde 2010, no tiene acceso a internet, no está autorizada a recibir visitas y sólo puede hablar raras veces por teléfono con su familia.