Para ser un exgobernador se ve bastante sencillo y hasta con una propuesta que en voz de un político parece marciana.
“Hay que impulsar la participación ciudadana, no debemos permitir que los políticos se queden solos en el gobierno porque caerán en el autoritarismo y en los excesos”.
Es Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador en México emanado de un partido distinto al PRI, que conoce la frontera del país, que batalla muy poco para definir a los de enfrente o a muchos de la propia casa, del PAN.
Conoce Tamaulipas, y se refiere al mandatario estatal con esperanza, lo ve diferente a los gobernadores que conoció, Cavazos y Yarrington, y dijo que si la sociedad se une más y no lo deja solo el Estado va a cambiar para bien porque tiene todo el potencial para ser de lo mejor a nivel nacional en materia económica y que los cruces fronterizos, los puertos de Matamoros y el de Altamira y hasta la generación de energía eólica así lo demuestran.
“Cambiar un Estado o un país no es de partidos, miré cuando yo gane en Baja California no entendía y no sabía que responder cuando me preguntaban si había ganado el PAN o Ruffo, hoy veo que fue Ruffo el que ganó pero construimos un PAN participativo, intentamos hacer ciudadanos, a los del pueblo les abrimos las puertas del gobierno para que gobernaran con nosotros, me da sentimiento decir que casi nadie quiso entrar, lógico es que era eso (el gobierno) como un panal de miel, atrajimos muchas abejas, muchos obreros dispuestos a construir, pero también muchos zánganos, yo recuerdo que la gente no se quería sumar porque creía que le habíamos arrebatado la comida de la boca, sobre todo en la capital, así veo ahora Tamaulipas, con un gobernador como Francisco García Cabeza de Vaca entrón, que ya ha dado pruebas de que quiere cambiar, con una resistencia natural al cambio y que además se enfrenta a un gran desafío, como nosotros, el pueblo también quisiera que las cosas cambien de la noche a la mañana y estos procesos son de años, ojalá el ciudadano no se canse, que no lo deje solo y que participe para que se fortalezcan las instituciones, traer la paz y atraer muchas inversiones y seguridad para todos”.
Ruffo llegó a Tamaulipas como parte del Comité Ejecutivo Nacional del PAN a revisar el tema del padrón de militantes, dijo que van a crecer porque hay mucha algarabía en el panismo por la esperanza del triunfo del año pasado, que les irá bien sobre todo pensando en la elección del año que viene y donde las cosas no marchan de la mejor manera para México.
“Vivimos en un sistema corrupto, en decadencia y amenazado por algo peor, el populismo corrupto de Andrés Manuel López Obrador”.
Se refiere a Fox con dolor.
“Fue un ranchero enamorado, México esperaba mucho de él y no sucedió, se enamoró de una muchacha”.
De Felipe Calderón tampoco tiene una referencia buena.
“Hoy lo vemos, no podemos cerrar los ojos y parecen casi lo mismo, ¿cómo le dijeron a Margarita allá en el sur?, la calderona, a eso podemos hacer referencia”.
Sonó autocritico pero tampoco perdió oportunidad de arremeter contra el tricolor.
“No hay otro representante más ilustrativo de la corrupción, nomás porque ya no tienen mayoría en la cámara de Diputados es como el PAN y otros partidos hemos podido sacar adelante propuestas como el Sistema Nacional Anticorrupción, donde en lo personal propuse se amplíe la participación ciudadana, si el uno por ciento de los ciudadanos hiciéramos las veces de una contraloría social todo esto que vivimos no estaría ocurriendo”.
Afirma que va a jugar para ser candidato a Presidente de la República, que apelará al viejo panismo para intentar ser su representante, aunque aceptó que para tal efecto no ve con malos ojos a su presidente de partido, a Ricardo Anaya y apela por una coalición.
“Me gustaría mucho que se dé pero creo que no se va a lograr ese frente amplio, la coalición, y Ricardo es un joven brillante, bueno para el verbo y honesto, lo primero que me dijo cuando lo conocí fue que le ayudará porque estaba rodeado de ratas, ya no le pregunte de qué color, pero tengo la certeza de que se refería a todas como también estoy convencido de que quiere cambiar al PAN, a México”.
El caso es que estuvo en esta capital un panista autocritico, un político que mide con el mismo rasero a sus compañeros de partido y a quienes no lo son, que no tiene empacho en reconocer que muchos dirigentes azules cobran con los gobiernos del PRI o de otros partidos para destruir su militancia o prestarse a simulaciones democráticas pero que finalmente esta cierto que hay más panistas, sobre todo del pueblo, que se van a unir con otros de otros partidos, que tendrán mayor participación ciudadana van a fortalecer el orden y la democracia y que finalmente evitarán que las instituciones, como le dijo Anaya, sigan rodeadas de ratas.
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