La suma de los activos financieros y no financieros de cada habitante del
país en 2015 ascendió a 80.6 billones de pesos, 4.6% más que en 2014
Agencias
México.- La riqueza en México, es decir, la suma de los activos financieros y no financieros de cada habitante del país en 2015 ascendió a 80.6 billones de pesos, un alza de 4.6% en comparación a 2014, cuando sumó 77.04 billones.
En porcentajes, esto significa que el 1 por ciento más acaudalado de la población en el país tiene la tercera parte de la riqueza nacional y el 10 por ciento, las dos terceras partes de los activos totales.
México, la segunda nación más poblada de América Latina, está entre los 20 países más millonarios del mundo, aunque también se encuentra entre los 15 con más personas que no pueden alimentarse correctamente, así lo publicó el diario El País.
Sin embargo, la desigualdad también aumentó debido al débil avance de la economía y al crecimiento de la deuda pública, afirmó Miguel del Castillo Negrete, profesor del ITAM y consultor de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Lo anterior debido a que los que disponen de activos pueden, sin mucho esfuerzo, incrementar su ingreso y patrimonio, a diferencia de los que sólo disponen de su trabajo. Durante el seminario Problemas Económicos Sociales, organizado por el Instituto Belisario Domínguez, se trató el tema de la distribución de la riqueza en México con base al estudio que encargó la Cepal a Miguel del Castillo, que presentó con datos actualizados a 2015.
El académico señaló que si el monto total de activos se distribuyese de manera equitativa entre todos los mexicanos, cada uno de ellos tendría un patrimonio menor al millón de pesos, una cifra considerable para tener una vida holgada.
Mencionó que la riqueza financiera en manos de extranjeros se duplicó entre 2003 y 2014, para llegar a 571 mil millones de dólares en 2015. No sólo creció ampliamente la riqueza de los foráneos, sino la transferencia de recursos al extranjero es enorme.
«De entrada, no está mal que haya riqueza, México necesita que haya riqueza para su crecimiento, esto significa que haya más carreteras, más infraestructura y vivienda; el problema es cómo se ha generado esa riqueza y su distribución», expuso.
México.- La riqueza en México, es decir, la suma de los activos financieros y no financieros de cada habitante del país en 2015 ascendió a 80.6 billones de pesos, un alza de 4.6% en comparación a 2014, cuando sumó 77.04 billones.
En porcentajes, esto significa que el 1 por ciento más acaudalado de la población en el país tiene la tercera parte de la riqueza nacional y el 10 por ciento, las dos terceras partes de los activos totales.
México, la segunda nación más poblada de América Latina, está entre los 20 países más millonarios del mundo, aunque también se encuentra entre los 15 con más personas que no pueden alimentarse correctamente, así lo publicó el diario El País.
Sin embargo, la desigualdad también aumentó debido al débil avance de la economía y al crecimiento de la deuda pública, afirmó Miguel del Castillo Negrete, profesor del ITAM y consultor de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Lo anterior debido a que los que disponen de activos pueden, sin mucho esfuerzo, incrementar su ingreso y patrimonio, a diferencia de los que sólo disponen de su trabajo. Durante el seminario Problemas Económicos Sociales, organizado por el Instituto Belisario Domínguez, se trató el tema de la distribución de la riqueza en México con base al estudio que encargó la Cepal a Miguel del Castillo, que presentó con datos actualizados a 2015.
El académico señaló que si el monto total de activos se distribuyese de manera equitativa entre todos los mexicanos, cada uno de ellos tendría un patrimonio menor al millón de pesos, una cifra considerable para tener una vida holgada.
Mencionó que la riqueza financiera en manos de extranjeros se duplicó entre 2003 y 2014, para llegar a 571 mil millones de dólares en 2015. No sólo creció ampliamente la riqueza de los foráneos, sino la transferencia de recursos al extranjero es enorme.
«De entrada, no está mal que haya riqueza, México necesita que haya riqueza para su crecimiento, esto significa que haya más carreteras, más infraestructura y vivienda; el problema es cómo se ha generado esa riqueza y su distribución», expuso.