AGENCIAS.- La llegada del esperado iPhone X, el terminal que viene a celebrar la década el móvil que lo cambió todo, venía acompañada de grandes incógnitas: ¿lograría superar tecnológicamente lo presentado por sus rivales? ¿conseguiría convertirse, de nuevo, en referencia para toda una década (fue el propio Tim Cook quien lo sugirió)? Y lo cierto es que Apple respondió, una vez más, de una manera sorprendente: dos versiones de iPhone, una más conservadora -el 8- y otra más transgresora, la X del aniversario.
Pero es el segundo modelo el que se ha llevado el peso de la atención general y tiene sólidos argumentos para ello. El iPhone X cumplió a pies juntillas todas las filtracionesprevias y llegó, todo él pantalla, sin botón home, con carga inalámbrica, y como única forma de desbloquear el móvil (además del código, claro está), un sistema de reconocimiento facial. En este punto, los usuarios de otras plataformas podrán contraatacar con el manido “eso ya lo hacía mi móvil”, y no les falta razón, pero quien conozca bien Apple sabe que cuando adopta una nueva tecnología, ésta funciona sin asperezas y arrastra a todo el sector con ella.
El FaceID, su sistema de reconocimiento facial, supone un salto muy arriesgado en la estrategia del producto, tanto, que si falla, puede acabar de un plumazo con la reputación del smartphone de referencia. Apple ha apostado todo a que terminal se desbloquee únicamente mediante el rostro (dejando en un “por si acaso” la obsoleta opción del PIN) ¿se imagina alguien lo que pasaría si que este sistema no funciona a la perfección? No nos referimos a que falle ocasionalmente, sino simplemente que funcione siempre y sin aristas. El fabricante ha querido ir más allá con este sofisticado sensor dotándole de unas funciones de las que prácticamente no se ha hablado.
Ha sido CNET quien ha ‘descubierto’ estas funciones del nuevo sensor, y lo entrecomillamos porque en realidad, tampoco están ocultas: Apple las presenta, de pasada, en la propia web del producto bajo el epígrafe “Tan inteligente, que solo trabaja cuando tú lo quieres”. Y son realmente sofisticadas y de gran valor añadido para el usuario. La compañía ofrece tres funciones adicionales para el sensor que facilitarán las cosas al usuario:
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El iPhone X únicamente mostrará las notificaciones a su propietario: Apple quiere acabar con las situaciones embarazosas que se dan cuando uno tiene el móvil sobre la mesa y tras saltar una notificación, todo el mundo pueda verla. FaceID permite mostrar únicamente al destinatario estas notificaciones.
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FaceID también mantendrá la pantalla activada (sin apagarla) cuando detecte que el usuario está mirándola; algo realmente útil cuando se está leyendo un artículo o ebook. Samsung ofrece una solución similar desde hace tiempo, pero algunos usuarios critican que no es siempre fiable, y aquí Apple sí podría marcar la diferencia.
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El sensor también regulará el tono de las notificaciones si detecta que estamos cerca. ¿Para qué molestar a todo el mundo con un tono de llamada a tope de volumen si estamos junto al móvil? Son estos pequeños detalles los que al final cautivan a los usuarios del producto.