– López Obrador, el enemigo a vencer
– Estrategia electoral 2012-2030
– Aliancistas no se ponen de acuerdo
INTERESANTE en verdad la opinión del destacado periodista tamaulipeco radicado en la ciudad de México, ABRAHAM MOHAMED ZAMILPA, en su leída columna Candelero.
El ex director del rotativo Ovaciones plasma en su trabajo periodístico que el seguro candidato del PRI a la presidencia de la república JOSE ANTONIO MEADE KURIBREÑA, representa la continuidad que por dos sexenios requiere el Plan Nacional de Desarrollo del actual Jefe de la Nación ENRIQUE PEÑA NIETO.
Tiene razón ABRAHAM al afirmar que de esa manera PEÑA NIETO se consolidaría como el presidente reformista en el siglo XXI, cuyos resultados se palparán y potenciarán en beneficio de los mexicanos durante los próximos dos sexenios.
Es decir, el titular del Ejecutivo Federal y el grupo tecnócrata que lo respalda, diseñaron esa estrategia que inició en 2012 con el regreso del PRI a Los Pinos y que, desde esa perspectiva, se prolongaría hasta el año 2030.
En ese contexto, MEADE KURIBREÑA no tan solo está obligado a convencer a los electores aztecas para que emitan el voto en su favor el domingo primero de julio. El exsecretario de Hacienda forzosamente tendrá que hacer un papel excepcional en su eventual gobierno para entregar, en 2014, la estafeta a otro candidato surgido del mismo grupo o partido político.
Sobra decir que en la competencia por el par de sexenios posteriores a ENRIQUE PEÑA NIETO, JOSE ANTONIO lleva el mayor grado de dificultad dado el descrédito del imaginario colectivo hacia el gobierno peñista y, además, por el avance y posicionamiento del real enemigo a vencer: ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR.
Si el candidato tricolor resulta triunfador en la competencia eleccionaria de 2018, quien pretenda ser su sucesor muy probablemente enfrentará obstáculos menores y, por consiguiente, podría culminar la estrategia a largo plazo (cuatro sexenios) creada por el poderoso grupo Atlacomulco.
Se da como un hecho que si el tabasqueño fracasa por tercera ocasión en su intentona por despachar en el
Palacio Nacional, su edad biológica ya no le permitiría competir en el proceso electoral federal de 2024. Las componendas entre el PRI y el PAN allanarían el Plan Nacional de Desarrollo encabezado por ENRIQUE PEÑA NIETO.
Por lo pronto, y al margen de las cualidades políticas del seguro abanderado priísta, lo cierto es que su designación no fue del agrado de la militancia que se considera de la “vieja guardia”. El hecho de que el exinvencible haya abierto el candado para la candidatura externa y dar entrada a JOSE ANTONIO MEADE sin ser miembro activo, como es entendible, ha provocado la polémica.
Asimismo, dadas las circunstancias que envuelven al Partido Acción Nacional y el protagonismo de su dirigente nacional RICARDO ANAYA, una corriente de opinión se pregunta si en la gran final participarán con probabilidades de ganar, dos o tres candidatos.
A siete meses de la contienda electoral todo hace indicar que el combate decisivo se dará entre JOSE ANTONIO MEADE KURIBREÑA, por el PRI, y ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, representando al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Los independientes “no prenden”, mientras que en la Alianza PAN-PRD-MC aún no logran ponerse de acuerdo, aunque todo indique que el abanderado será el todavía presidente del CEN del PAN.
Pero….¿y usted qué opina?
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx