-El arrastre beneficiará a candidatos de izquierda
-Discursos subirán de tono
-Andrés Manuel ¿el enemigo a vencer?
AL igual que en sus respectivos momentos los efectos FOX y CALDERON arrastraron a innumerables candidatos a puestos de elección popular, en el proceso electoral federal de 2018, muy seguramente, el “efecto LOPEZ OBRADOR” beneficiará a portadores de estafeta de la coalición “Juntos Haremos Historia” integrada por MORENA-PES-PT.
En Tamaulipas, donde los partidos dominantes son el Revolucionario Institucional y Acción Nacional, se registra una efervescencia de aspirantes a alcaldías y diputaciones federales. Saben, bien que saben, que si bien es cierto que en la esquina noreste mexicana la izquierda azteca no está bien cimentada, también es una verdad de a kilo que, indiscutiblemente, se dejará sentir el “efecto AMLO”.
Es de sobra conocido que distintas encuestas ubican a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR como el candidato presidencial más posicionado entre el electorado, merced de sus dos fallidas campañas para llegar al Palacio Nacional. De acuerdo a esas estadísticas, la competencia por la presidencia de la república se centrará en las alianzas partidistas que encabezan LOPEZ OBRADOR, JOSE ANTONIO MEADE KURIBREÑA y RICARDO ANAYA CORTEZ.
Por lo pronto, a pesar de que Tamaulipas representa tan solo el tres por ciento del padrón electoral, el caldero político cuerudo comienza a entrar en ebullición. Obviamente, porque los candidatos con mayores posibilidades de suceder a ENRIQUE PEÑA NIETO consideran que la competencia será muy cerrada y, en consecuencia, cada sufragio es de vital importancia.
Por tratarse de una elección en la que se renovarán los poderes federales, el PRI-Gobierno, además de intentar retener la presidencia de la república, pondrá especial interés en lo que respecta a curules y escaños en el Congreso de la Unión. Sobra decir que las negociaciones cupulares habrán de beneficiar a los candidatos del Tricolor y sus aliados.
A medida de que concluyan los tiempos establecidos en el calendario del Instituto Nacional Electoral (INE) y los aspirantes sean ungidos como candidatos para participar en la elección constitucional, se da como un hecho que subirán de tono los discursos durante las campañas de proselitismo. Si durante el proceso de elección interna la cordialidad no ha caracterizado a los preregistrados, es fácil deducir la postura que asumirán durante el período del convencimiento al electorado.
Muy seguramente en los “cuartos de guerra” de ANDRES MANUEL, JOSE ANTONIO y RICARDO se analizan y preparan las estrategias tendientes a la descalificación entre sí. De entrada, LOPEZ OBRADOR “es un peligro para México”, MEADE KURIBREÑA es el responsable de los “gasolinazos”, y ANAYA es un “niño caprichoso”. Más lo que se acumule.
Como preámbulo para lo que viene, las redes sociales y sus tradicionales “memes” ya comienzan a manejar una versión sarcástica acerca del proceso electoral de julio próximo y en donde se involucra al INE: “Ya tenemos los resultados, ahora solo falta la elección”. Por supuesto, nada que escape a la percepción de muchos votantes aztecas.
A poco menos de cinco meses de que se descorra el velo electoral, una vertiente de opinión sugiere un par de escenarios reales: uno, que si la elección fuera hoy el ganador indiscutible sería ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR y, dos, que la contienda eleccionaria presidencial se decidirá entre JOSE ANTONIO MEADE y el tabasqueño.
Los grupos de poder identificados con el PRI y el PAN, que a final de cuentas son los que deciden el rumbo político y económico del país, consideran que JOSE ANTONIO representa sus intereses y que ANDRES MANUEL es el enemigo a vencer.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx