Siguen activos tres incendios forestales

3711
Tiempo aproximado de lectura: 1 minuto

La Conafor informó que no se han apagaron los siniestros de Tula, Palmillas y Miquihuana.

Debido a la intensa sequía, altas temperaturas y fuertes vientos, los incendios forestales se incrementaron, en algunos casos alcanzaron viviendas, ganado y áreas semiurbanas. No hubo personas lesionadas, pero si daños al medio ambiente.
Se tienen reportes de incendios en los municipios de Altamira, Aldama, Casas, Tula, Miquihuana, Palmillas, Ocampo, El Mante y Victoria, entre otros.
De acuerdo con los informes preliminares, en Altamira se registraron tres siniestros alcanzando alrededor de cinco mil hectáreas de pastizales, entre los días sábado y domingo.
En Altamira, uno de los incendios alcanzó una área semiurbana, por lo cual hubo de ser cerrada una gasolinera, ya que el fuego se encontraba bastante cerca.
En algunas áreas las carreteras fueron cerradas, ya que el incendio alcanzó las carreteras y la densidad del humo impedía la visibilidad y era un riesgo para los transportes con material flamable.
Pedro Granados Ramírez, coordinador de Protección Civil del Estado, indicó que las altas temperaturas, intensa sequía y fuertes vientos durante el pasado fin de semana, crearon las condiciones favorables para que se desarrollaran siniestros forestales.
Debido a ello hubo movilizaciones de cuadrillas de Protección Civil, Comisión Nacional Forestal, así como de voluntarios para controlar y sofocar los siniestros.
En esta ciudad capital, la tarde del sábado, se presentó uno el cual alcanzó prácticamente el área urbana, aunque afortunadamente fue solo maleza la que ardió.
La delegación de CONAFOR, informó que en la sierra Madre Oriental continúan activos en los municipios de Tula, Palmillas y Miquihuana sumando una superficie de más de 650 hectáreas.
Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente señaló su preocupación, ya que la gran cantidad de humo está contaminando la atmosfera. También hay daños a la vida silvestre como la flora que tardará por lo menos cinco años en recuperarse de los daños de un siniestro.