Familiares y amigos se dieron cita en la iglesia del Buen Pastor, al cumplirse dos años del trágico accidente que le quitó la vida a Ramón Durón.
Han pasado 730 días de aquella trágica tarde del 31 de mayo de 2016; ya son dos años, la noticia aún se recuerda como sí hubiera sido ayer, su nombre sigue imborrable, su imagen sonriente y alegre sigue tan viva como siempre…
La iglesia del Buen Pastor luce a tope, esta ves el aniversario por la muerte del Doctor Ramón Durón Ruiz, coincide con la celebración del Jueves de Corpus, una fiesta universal como dice el Sacerdote al inicio la misa, por eso ahora ha iniciado con la procesión del Santísimo y el incienso inunda el ambiente.
Y mientras que el Coro de las Discípulas de Jesús entonan extraordinariamente uno y otro canto, las lágrimas brotan ya en la familia del Filósofo de Güemez, dos de sus hijos ahí están, en primera fila, hombro a hombro con su madre, fieles al recuerdo de aquel hombre que sembró amigos y los forjó como personas de bien.
Esta vez ya no hay políticos conocidos, o nombres famosos de aquellos que ocupaban puestos públicos; hoy están ahí solo los familiares y los más cercanos, esos que siguen siendo fieles al hombre que trascendió fronteras en el ámbito político y en las letras.
«Se está muriendo mucha gente que no se había muerto antes», diría El Filósofo.
Y es que viendo su imagen en la foto ahí junto a la Virgen de Guadalupe y a unos pasos del enorme ramo de flores, hace recordar las frases que lo inmortalizaron: «Lo que es es… y lo que no es, no es»…»El que anda hecho madre se muere, y el que no… también».
La misa es larga, la hermana Jessica hace una interpretación magistral, su voz hace estremecer a los presentes y el Padre recuerda la trascendencia de la celebración de la Eucaristía y llama a «vivir y convivir como hermanos; a fortalecer la unidad de la familia».
Y el Santísimo emprende de nuevo su recorrido por el centro del templo; apenas inicia la procesión que lo llevará por la calles aledañas en el Fraccionamiento San José…»Yo lo resucitaré», cantan las Monjitas.
Los amigos y familiares se acercan a la maestra Martha Reyes viuda de Durón, los abrazos son interminables, en cada persona hay un grato recuerdo del político, del escritor, del funcionario público…del amigo.
Al final el Lic. Ramón Durón Reyes revela a El Gráfico que en unos días más harán una donación especial de un gran número de libros de su padre a la Facultad de Derecho de la UAT Victoria.
«Son más de 50 libros, todos en materia de Derecho, algunos tienen anotaciones de él o apuntes especiales; los vamos a llevar a la Facultad, porque el se forjó ahí, y estaría contento de preservar su acervo bibliográfico en un lugar que lo merece».
