Los resultados que obtuvo el Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas no tienen ningún secreto, de ese tamaño es Sergio Guajardo Maldonado y con mucha anticipación los predijo su militancia que mil y una vez auguró que los vendería en canal.
Por supuesto que nadie sabe si son ciertas las acusaciones que le hacen algunos priístas en las redes sociales en el sentido de que se vendió, que obedecía las instrucciones de Egidio Torre, que guardo un terrible silencio sobre todo lo que ocurría con su partido pero por los resultados obtenidos las sospechas seguirán hasta el fin de los tiempos.
El PRI está casi muerto, ganó apenas seis municipios y todos de bajo presupuesto, perdió todos los Distritos federales si tomamos en cuenta que ocho de ocho estaban en sus manos y quedó en un muy lejano tercer lugar en la competencia por los Senadores, por supuesto, lo que sigue es que quedarán en la pobreza si tomamos en cuenta que sus prerrogativas serán tan bajas que apenas les servirán para pagar multas atrasadas y deudas.
Si ello fuera poco ya los buitres con camisas tricolores rondan sobre sus restos, dispuestos a tirarle el último picotazo a la poca carnita que se pueda desprender de su dirigencia estatal, a menos eso es lo que parece.
La lógica dice que Sergio Guajardo se debió ir desde hace mucho, es más, que nunca debió haber llegado a la dirigencia tricolor pero a los hombres del dinero y que tenían algo de poder dentro del partido les dio miedo que llegará alguien menos manso, dije manso, que no se dejara manipular y, por tanto, que no les permitiera imponer candidatos de su sangre o que fueran sus amigos, amigas, amantes por caprichos sino que negociara quien podía ganar y quien no.
Peor aún, quizá los priístas prefirieron morir antes que darle poder a sus enemigos íntimos, no tuvieron madurez para voltear atrás y recordar como operaban ellos en el poder cuando hacían que los panistas se destrozaran o, por lo menos, que se estuvieran poniendo piedras en el zapato en cada elección.
Ahora la pregunta más complicada de responder es quién pudiera rescatarlos, hacerlos resurgir de sus cenizas.
Pronto habrá elecciones internas en el Partido Revolucionario Institucional de Tamaulipas, Guajardo ya cumplió su objetivo personal y se le ha vencido el tiempo por el que fue electo, lo lamentable es que detrás de él, queriendo ocupar su silla, hasta hoy solo vemos personajes que le quieren echar la última palada al muerto, sepultureros que desean desvalijar al moribundo, quizá muerto, antes de echarle sus últimas paladas de tierra.
Hay priístas que pueden con el paquete y hacer que el PRI vuelva a ganar, no hay duda, quizá Oscar Almaraz, tal vez Enrique Cárdenas, está Yahleel Abdala y muchos otros que harían un papel más decoroso que quién se va pero antes los quiso enterrar y ya los da por muertos.
De todo, lo difícil para el PRI será elegir como presidente a quien pueda convencer al electorado de que van a cambiar, que ya entendieron la doble lección, la del 2016 y la del 2018, por lo que nunca más se dejarán mangonear por Egidio o tricolores parecidos ni volverán a abandonar las bases a su suerte.
El PRI en Tamaulipas requiere de alguien que tenga la inteligencia suficiente para saber que no podrán esperar mucho para el próximo año pero aún así pueda juntarse y conseguir recursos de los hombres de dinero, pero más que eso necesita de un hombre o mujer capaz de convencer a los buenos y buenas priístas para que se queden, para que ayuden a localizar jóvenes sin miedo al trabajo, con capital político y poder de convocatoria que le sumen sangre nueva a su partido.
Hoy el PRI está casi muerto, si se vuelven a equivocar en la elección de su próximo dirigente estatal no tenga la menor duda que lo enterraremos al finalizar la elección de Diputados locales el próximo año, por el contrario, si se dedican a chambear, a pisar la tierra, tal vez puedan volver a convencer y tengan en unos seis u ocho años otra gran oportunidad, es decir, quien llegue a la presidencia del CDE tricolor más que pensar en poder debe tener claro que su única tarea será reconstruir, componer todo el desmadre que les dejo el ex gobernador y el títere que dice despacha en una de las oficinas de su partido.
En otras cosas… El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca puso en marcha la ampliación a 5 carriles del acceso al Puente Internacional “Comercio Mundial” Nuevo Laredo III, que permitirá agilizar el tránsito en el cruce fronterizo, impulsando la competitividad y el comercio exterior, actividad que distingue a Tamaulipas y este municipio.
“Por un Tamaulipas y un Texas más unido, cuenten con el Gobierno del Cambio decidido a convertir nuestra región en el mejor sitio para que vivan nuestro hijos. Pero este es solo el inicio, vienen inversiones por más de 90 millones de pesos adicionales”, informó el gobernador García Cabeza de Vaca.
De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado de Tamaulipas, más de un billón de dólares producto del comercio exterior entre México y Estados Unidos cruzan diariamente por las fronteras de Texas y Tamaulipas, siendo Nuevo Laredo la principal aduana terrestre del país.
Por otra parte, el mandatario tamaulipeco asistió a la inauguración de las instalaciones del nuevo Pelotón de Sanidad del 16º Regimiento de Caballería Motorizado de Nuevo Laredo, servicio médico que atenderá a más de 2 mil 500 militares en activo, personal en situación de retiro, pensionados y derechohabientes, a lo que se brindará atención hospitalaria de primer nivel
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Casi muerto…
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