Hace muchos años ver militares, marinos y otras fuerzas federales era tan complicado que la escena más común en nuestra memoria, de cuando fuimos niños, era del día que nos respondió el saludo un soldado en el desfile militar del 16 de septiembre o en alguna otra ceremonia cívica.
La situación cambio drásticamente hace una década, cuando la violencia y el crimen organizado acabaron con las policías preventivas o las exhibieron de tal forma que era imposible seguir manteniéndolas funcionando y, para bien o para mal, el gobierno de Felipe Calderón y los Estatales acordaron suplir las mismas con elementos del Ejército, con soldados a los que sacaron a patrullar calles, según ellos, hasta que las Entidades y municipios tuvieran capacidad para cambiar dicha circunstancia.
Es claro que los militares, marinos y fuerzas federales, hace 10 o 12 años, eran las únicas fuerzas armadas con capacidad para enfrentar a la delincuencia de tú a tú, no los han derrotado, pudiera decirse que incluso en algunas partes del país da la impresión de que pierden la batalla pero con todo y ello son, hasta hoy, los único que pueden protegernos, mantener a raya a la delincuencia y hacernos sentir un poquito de menor inseguridad.
Hay, desde luego, problemas de la sociedad civil en los cuales las fuerzas armadas han mostrado una terrible incapacidad para combatirlos porque nunca fueron entrenados para ello, primero son los pleitos entre vecinos y luego el robo domiciliario, quizá en ese orden.
Esos dos delitos, para desgracia de todos, son los que están hartando al pueblo de México y que han orillando a la gente a linchar a pequeños delincuentes, a hacer justicia en propia mano contra rateros de poca monta lo que sin duda convierte la situación en un grave problema, primero porque hace delincuentes a ciudadanos decentes y segundo porque los riesgos de este tipo de acciones son altos, pueden causar pérdidas de vidas y desgracias todavía más grandes ya que los vecinos no tenemos forma de defendernos más que con nuestras propias manos.
La historia dice que hace 10 o 15 años los linchamientos no existían o eran demasiado raros, la razón es la expuesta, la policía preventiva hacía su chamba y, cuando la situación lo ameritaba acudía pronto y disuadía cualquier situación, hubo días en los que tuvieron que fingir ajusticiar severamente a los delincuentes para dejar contentos a los vecinos que hasta les llegaban a aplaudir.
En los últimos mes, en eventos que ocurren en diferentes partes del país, observamos un comportamiento violento de la gente contra delincuentes comunes, ciudadanos que golpean y han dejado amarrados y colgando de arboles a raterillos, en otras llegaron al extremo de quemarlos vivos, los han linchado, pues, y eso ocurre precisamente porque los militares que tenemos funcionando como policías han sido incapaces de evitar el robo y los pleitos vecinales lo que ha hartado al ciudadano mismo que llega a pensar que hay contubernio entre unos y otros y por eso actúa por su propia cuenta, porque presuntamente no se hace nada.
Es obvio que las autoridades ya leyeron la situación, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, por ejemplo, ya le dijo a los futuros alcaldes de los municipios más grandes, poblacional y presupuestalmente hablando, que tienen que trabajar para crear las policías preventivas municipales, corporaciones que, en esencia, tienen que servir para disuadir el robo y actuar en enfrentamientos de vecinos.
Vaya pues, se trata de hacer una policía como la que hace muchos años causaba por lo menos miedo, que hacía correr a los vagos de las esquinas al grito de “ahí viene la preve” y qué, por supuesto, tan solos verlos patrullar era un motivo para que los ladrones de casas no actuarán tan descaradamente, no a horas de la mañana o afectando a adultos de la tercera edad en las esquinas.
En otras cosas… La Secretaría de Educación informó que ha solicitado a la empresa proveedora del programa “Con mis Útiles a la Escuela”, una explicación inmediata sobre las condiciones detectadas en parte de la dotación de uno de los tres modelos de mochilas requeridos para ser distribuidos a estudiantes de cuarto de primaria a tercero de secundaria.
En una muestra tomada, personal de la Secretaría de Educación detectó que algunas de las mochilas no cumplían con las especificaciones y fueron adaptadas tomando la producción de otro proveedor, por lo que se ha suspendido la compra y se inició un proceso para determinar qué fue lo que sucedió y definir las nuevas condiciones, respetando lo que las bases de la licitación pública nacional establece.
Desde este miércoles fue suspendida la entrega de los paquetes de útiles escolares para revisar las condiciones de la primera dotación programada en el modelo especificado y las poco más de 100 mochilas que fueron ya entregadas y prestaban la condición incorrecta, serán sustituidas.
El Gobierno de Tamaulipas lamenta esta situación y se compromete a acelerar el proceso, en el marco de los términos legales, a fin de que las mochilas puedan ser entregadas a la brevedad posible a los alumnos que serán beneficiados con el programa “Con mis Útiles a la Escuela”.
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