El Colectivo Trueque ofrece un espectáculo de zancos y malabares, arrancando la sonrisa de chicos y grandes en los diferentes espacios públicos de la ciudad.
Los malabares, danza aérea, el clown y los zancos son parte de las puestas escenas del arte circense, que cada integrante del Colectivo Trueque llevan a los espacios públicos, con el fin de llevar un mensaje de buena voluntad a la sociedad.
Todo inició hace 12 años con un grupo de estudiantes universitarios, quienes decidieron darle una nueva vida artística a esta ciudad con presentaciones teatrales gratuitas y privadas. Actualmente forman parte del Estudio de Arte Escénico que dirige el maestro Carlos Valdez. Cuentan con una cartelera teatral, casi permanente en el Foro La Columna.
En 2006 se formó el Colectivo Trueque que, como su nombre lo indica, es una agrupación colectiva en la cual el intercambio de ideas se basa en el aporte que sus miembros dan al grupo, ya que cada integrante adiestra a los otros sobre la disciplina que más domina, además de apoyar en el trabajo de organización, producción, difusión y dirección de sus espectáculos.
Este colectivo es un grupo plural en el que coinciden diferentes formas de ver y entender el teatro. Es el intercambio de ideas, la corresponsabilidad y la libre opinión de todos los miembros de la agrupación, lo que permite que las puestas en escena reflejen las inquietudes espirituales, estéticas, intelectuales y políticas de sus integrantes.
Luis Enrique Luna, Jesús Cota, Miguel Soria, Jesús Emmanuel y Francisco Sierra, presentaron un espectáculo de zancos y malabares en el Parque Recreativo Tamatán por el Día de la Familia y respecto a la celebración, manifestaron que la familia es el pilar de la sociedad.
“Nosotros pertenecemos al Estudio de Arte Escénico que está conformado por grupos como Colectivo Trueque, Colectivo Aleph o distintos grupos que nos complementamos, estamos dirigidos por Carlos Valdés. Nos dedicamos al teatro de Sala como teatro de calle, los clowns, zancos, circo, fuego, malabares, mimos y estatuas vivientes”, detalló Luis Enrique.
El grupo empezó trabajando comedia musical, un género que no solo es del gusto del público, sino que además permite la educación integral escénica de los jóvenes al involucrarlos con la actuación, el baile y el canto.
Como parte de su evolución, ahora exploran el área circense en sus puestas en escena y en días pasados concluyeron con éxito la impartición de un taller en este rubro.
“A veces impartimos cursos de actuación, algunos damos clases en la Casa del Arte y nos capacitamos con cursos que tomamos aquí mismo o con maestros que traen las mismas instituciones culturales de Victoria o fuera de la ciudad, en distintos festivales nos hemos instruido en el arte escénico”.
Entre sus múltiples reconocimientos, el colectivo ha sido beneficiario de una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, que le proporcionó apoyo para producir teatro durante seis años. Solamente siete grupos en el país cuentan con una beca similar.
“Estamos ubicados en el 7 Aldama y Mina, ahí se encuentra un foro que se llama La Columna, en ese lugar los fines de semana presentamos obras de teatro y a veces nos contratan independientes para eventos y festivales”, finalizó.
