Por Mario Díaz
A PESAR de criterios encontrados, no es faltar a la objetividad afirmar que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR mantiene un generoso porcentaje de aceptación ciudadana, a pesar de la pérdida de varios puntos porcentuales.
En promedio, distintas empresas encuestadoras definen que, al inicio de la Cuarta Transformación, el Jefe de la Nación desplegaba un 80 por ciento de popularidad. Sin embargo, a poco más de 15 meses de gobierno, la estadística descendió a 60 %.
El sentir ciudadano cambió entre febrero de 2019 y el mismo mes del año en curso, de acuerdo al trabajo realizado por distintas firmas dedicadas a esa labor que determina el pulso social en la materia.
La tendencia a la baja es el común denominador en cualquier gobierno, una vez que el mandatario en turno se ve obligado a enfrentar escollos que se observaban desde distinta perspectiva durante el proselitismo.
Lo asombroso es que-sin ánimo de comparaciones odiosas-el 60 por ciento de aceptación ciudadana es un excelente porcentaje que muy pocos mandatarios alcanzan.
No obstante, es muy cierto que la disminución en un 20% en poco más de un año, matemáticamente, podría considerarse como una muy mala tendencia en el sentir popular.
Justo es precisar que nunca antes un presidente de México había logrado el porcentaje de aceptación que mantiene LÓPEZ OBRADOR, luego de 15 meses de la Cuarta Transformación.
También, no es faltar a la verdad apuntar que la disminución del 80 al 60 por ciento significa que un sector importante de la sociedad azteca no está de acuerdo con las acciones y programas del primer gobierno de izquierda.
La inseguridad, la impunidad del crimen organizado, la escasez de medicinas, la sustitución del Seguro Popular por el INSABI, la suspensión del aeropuerto de Texcoco, el bajo crecimiento económico, el avión presidencial y las fallas en la procuración de justicia son, entre otros, son los motivos para el cambio de opinión de los mexicanos.
Una vertiente de opinión que analiza la baja de puntos porcentuales sugiere que las políticas públicas de la 4T son las causantes en el descenso de popularidad y no precisamente la imagen presidencial.
La rechifla en Tabasco cuando el presidente ANDRÉS MANUEL anunciaba el amplio programa de becas a estudiantes preparatorianos, podría ser una evidencia de que la intención del mandatario es positiva pero negativo el actuar de sus subordinados.
Por cierto, no habla bien del Jefe del Ejecutivo Federal cuando en su intento por combatir la corrupción e impunidad exhorta a los ciudadanos a denunciar funcionarios que se enriquezcan de la noche a la mañana.
La Secretaría de la Función Pública, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Fiscalía General de la República son las instancias que tienen la obligación de investigar y proceder en contra de quienes no atiendan la política de honestidad en la Cuarta Transformación.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Al igual que otro conocido comunicador del estado de Morelos, el empresario-editor ADRIÁN FERNÁNDEZ GUERRA fue “convencido” para que abandone el país.
Hipotéticamente, el secuestro con lujo de violencia habría sido la primera y última llamada.
II.-En solemne y relevante acto social, la profesora LILIA ANGELINA LUGO DE DÍAZ tomó protesta, el pasado 3 de marzo, como nueva presidenta de la Asociación de Beneficencia y Cultura No. 1 A.C., auspiciada por la Respetable Logia Simbólica Luz del Norte No. 10.
La maestra LUGO DE DÍAZ relevó en el cargo a la señora MARÍA DE LOURDES RUVALCABA DE TORRES.
Y hasta la próxima.
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