Hace dos años que la señora María de Jesús falleció, pero sus hijos mantienen viva una rica tradición.
Por Jacqueline Cárdenas
La Cocina Económica de “Doña Mary” es un lugar lleno de tradición y sabor del mercado Argüelles. A 50 años de su fundación los hijos de Ma. de Jesús Delgadillo, honran su memoria manteniendo vivas sus tradiciones, en especial su gastronomía que hizo único este negocio de platillos mexicanos.
La especialidad del negocio de doña Mary siempre fueron los antojitos mexicanos, los guisos, el pozole, el menudo, el asado de puerco, la comida corrida y la capirotada, el postre de temporada que nunca faltó en tiempo de cuaresma desde que abrió sus puertas este lugar.
Hace dos años que la señora María de Jesús falleció a causa de una enfermedad, pero su alma sigue en cada platillo que se sirve, expresó su hija María Magdalena Mendoza Delgadillo. A pesar del dolor por la pérdida de su madre, los hijos, quienes ya estaban involucrados en el negocio, continuaron con la venta de comida los 365 del año como doña Mary les enseñó a trabajar.
En entrevista con María Magdalena, cuenta que su madre les dejó un legado de amor y trabajo con el que siempre han sacado a flote la venta de comida.
La historia de éxito de doña Mary no fue fácil al principio, pues tuvo que ser padre y madre de 12 hijos a quienes dio alimento, educación y vestido únicamente con las ganancias que sacaba de vender gorditas, enchiladas y tostadas en un pequeño puesto que le permitían poner en la parte baja del mercado.
“Mi mamá cuando llegó aquí al mercado, empezó vendiendo en la parte de abajo con antojitos, entonces los mismos locatarios la apoyan para que se quede a vender en una de las cocinas y la presidencia le asigna un local, entonces mi mamá empieza a vender pura comida. Aquí acostumbramos hacer algunos platillos por temporada, por ejemplo el pozole lo vendemos más en septiembre y la capirotada todos los viernes de cuaresma”.
A base de mucho esfuerzo doña Mary logró hacer crecer su cocina económica y sus hijos de igual forma crecieron y aprendieron su arte culinario, María Magdalena comenta que su mamá nunca tuvo recelo en revelar sus recetas, pues siempre decía; “lo que se hace con amor, siempre sale bien”.
Expresó que su madre fomentó valores y tradiciones por medio de la comida toda su descendencia, hijos, nietos y bisnietos, sobre todo el trato amable y siempre buscar satisfacer los deseos de los clientes.
SE SIRVE LA TRADICIONAL CAPIROTADA DESDE 1965
Doña Mary era originaria de Guadalajara de donde es la receta de la auténtica capirotada, la receta la heredó de su madre la señora Francisca Santana Hernández. Desde su niñez, doña Mary preparaba la capirotada junto a su madre todas las temporadas de vigilia, pues siempre fue muy apegada a sus costumbres religiosas.
“Ahora vemos que en varios lugares se hacen distintos tipos de capirotada con variados ingredientes, algunos más económicos y otros dependiendo el lugar, pero la auténtica capirotada la tenemos aquí. La capirotada tiene su técnica, lleva un proceso desde que se corta el pan y después se va poniendo al fuego, ya después se fríe en aceite y luego se extiende una capa en una cazuela y se van poniendo los demás ingredientes, después va otra capa hasta llegar al tope” .
Indicó que en el negocio se vende cada viernes, en vasitos, litros y medio litro, según el cliente prefiera hasta terminar con toda la cazuela.
Además de la tradicional capirotada, el negocio incluye en el menú del día, platillos como los nopales con pipián, el filete, la sopa de mariscos, por los clientes que prefieran abstenerse de comer carne ese día, de igual forma este tipo de gastronomía es muy valorada por los comensales.
SABÍAS QUÉ…
La historia de éxito de doña Mary no fue fácil al principio, pues tuvo que ser padre y madre de 12 hijos a quienes dio alimento, educación y vestido únicamente con las ganancias que sacaba de vender gorditas y enchiladas.
