Eli Manning lanzó para 337 yardas con cuatro pases de TD, dos de ellos a Odell Beckham, que registró 166 en recepciones.
CIUDAD DE MÉXICO. La División Este de la NFC está lejos de decidirse: Washington, Filadelfia y los Gigantes registran marcas idénticas en la cima del sector: 6-7.
Anoche y luego de tres derrotas consecutivas, Nueva York ganó un partido vital en sus aspiraciones al son de 31-24 ante los Delfines de Miami (5-8), que con esto vieron ya prácticamente esfumadas sus ilusiones de playoffs.
Eli Manning y Odell Beckham salieron afinados: el quarterback registró 337 yardas por aire, con cuatro pases de anotación y sin intercepciones, mientras que el receptor de segundo año atrapó un par de esos envíos de TD y finalizó con 166 yardas.
Luego de un gol de campo de 35 yardas de Josh Brown, Miami dio muestras de que no sería un partido fácil para los Gigantes al anotar por medio de Lamar Miller, en carrera de 14 yardas. El propio corredor de los Delfines pondría de nuevo al frente a su equipo 14-10 en el segundo cuarto, luego del primer pase de TD de Manning, de seis yardas a Rueben Randle.
Otro envío de Eli a Will Tye, de cinco yardas, mandó el juego en el Sun Life Stadium 17-17 al descanso.
Al regreso, Miami logró su tercera ventaja del duelo con una espiral perfecta de 47 yardas de Ryan Tannehill a Kenny Stills para poner la pizarra 24-17.
Pero entonces vino la explosión de Beckham, quien logró sus dos touchdowns, primero de seis yardas y luego en una escapada de 84: con eso llegó a 12 anotaciones en la temporada. Eli, por su parte, registra ya 28 pases de TD, por sólo 10 intercepciones.
