Alejandro Fernández y Los Tigres del Norte pidieron apoyo para los
estudiantes indocumentados afectados por la política de Donald Trump
Agencias
Miami.- Alejandro Fernández y Los Tigres del Norte hicieron vibrar la noche del sábado la Arena American Airlines de Miami, con un electrizante concierto en el que pidieron apoyo para los “dreamers”, estudiantes indocumentados afectados por la política antiinmigrante de Donald Trump.
El intérprete mexicano conocido como el «Potrillo» aprovechó el primer concierto ofrecido aquí como parte de su gira junto al legendario grupo Los Tigres del Norte “Rompiendo Fronteras Tour USA 2018”, para enviar un saludo a los «dreamers» (soñadores). “Vamos a saludar a todos los ‘dreamers’… vamos para adelante, nada para atrás… apoyémoslos”, dijo el «Potrillo» a la multitud durante su primera aparición en el escenario enfundado en un elegante traje negro.
Antes del inicio de la gira Los Tigres del Norte habían ofrecido un determinado número de boletos gratis para “dreamers” durante sus presentaciones que llegarán a 20 ciudades.
Ahora el “Potrillo” lució un nuevo look con el cabello recortado y barba, y acompañado de tres coristas y nueve músicos ofreció canciones melosas de pop y recorrió el escenario de un lado a otro con temas como “Me dediqué a perderte”, “Hoy tengo ganas de ti” y sus éxitos más recientes “Sé que te duele» y «Quiero que vuelvas».
Momentos antes, los cinco integrantes de Los Tigres del Norte, conocidos por ser la voz de la comunidad de inmigrante a través de sus corridos, abrieron el espectáculo con clásicos como “La reina del sur”, “Tres veces mojado”, “Golpes en el corazón” y “La puerta negra”.
En especial Jorge Hernández, líder de los Tigres, dedicó “La jaula de oro” para “muchos de los que estamos aquí y no podemos regresar a nuestros países”, tema que redondeó más tarde con “Somos más americanos”.
La velada subió de tono, cuando Alejandro Fernández regresó para una segunda tanda de canciones enfundado en un ajustado pantalón, chaqueta, camisa, botas y gran sombrero, el típico vestuario del charro mexicano, que arrancó algunos suspiros y gritos del público femenino.
