Agencias
México. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, hizo un llamado al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para “corregir el camino” y sus decisiones para mejorar el panorama económico del país, aunque reconoció que ha mantenido un sano equilibrio fiscal y financiero que “no es suficiente”.
Acusó que las decisiones que el gobierno federal ha tomado, particularmente en materia de inversión, han sido “equivocadas y poco planeadas”, sólo han abonado a aumentar inquietudes e incertidumbre, así como la caída de diferentes indicadores económicos y la reducción de los pronósticos de crecimiento para México.
Es momento y es urgente mejorar la toma de decisiones ya que “se debe procurar la sostenibilidad financiera del país gastando de forma eficiente, buscando en cada inversión los más altos retornos económicos y sociales. Los grandes proyectos de inversión necesitan estar apegados a los más altos estándares técnicos, ambientales y legales, así como contar con claridad en su ejecución y viabilidad financiera”, remarcó el dirigente empresarial en un mensaje difundido este lunes.
El Estado tiene la responsabilidad de invertir bien los recursos de los mexicanos para fomentar el crecimiento del país y “de no comenzar a tener una visión estratégica de largo plazo, con inversiones de alto valor agregado y no caprichos, las consecuencias podrán ser desastrosas”.
Las empresas, sostuvo, “no sienten confianza suficiente para invertir ante las aparentemente erráticas decisiones del gobierno” y recordó que, de acuerdo con el Inegi, la inversión en marzo se redujo 5.9 por ciento con respecto al año pasado, cuyo componente en construcción llegó a su nivel más bajo en 8 años.
“Las decisiones de inversión del gobierno no están apegadas a estándares técnicos básicos y su obsesión con invertir en una refinería no tiene sustento ni ambiental, ni económico. La idea de solventar financieramente a Pemex no es viable”, aseveró. En materia energética, indicó, no se debe apostar al pasado sino impulsar una política acorde a la tendencia global, con proyectos de inversión que den certeza y tengan como indicadores de éxito su rentabilidad ambiental, económica y social.
