Reynosa, TAM.- La Diócesis de Matamoros, dio a conocer los “lineamientos generales para la reapertura al culto religioso en tiempo de pandemia”, y exhorta a cada obispo que de acuerdo a las disposiciones de la secretaría de Salud, pueda normar, concretizar y detallar técnicamente, según la propia realidad, un plan especifico para la reapertura gradual de las celebraciones eucarísticas dominicales y feriales.
En un comunicado expresan que algunas de las sugerencias son: la consideración previa para ir a la misa, definiendo la capacidad de cada iglesia, estableciendo ciertos parámetros, el equipo de protección, sanitización, limpieza, ademas del número de misas, la invitación y el control de acceso.
De acuerdo a la fases y a lo que señala el Episcopado Mexicano, en la fase I: se pedirá grupos pequeños y moderados de acuerdo al espacio de la iglesia, guardando debidamente el distanciamiento social y observando todas las medidas preventivas, las diócesis y las parroquias dispondrán prudentemente según la propia situación del lugar.
Para la fase II: para la reactivación de las agendas de los movimientos y grupos a nivel parroquial y diocesano, se pide monitorear los semáforos que la Secretaría de Salud irá actualizando semanalmente, para permitir la reanudación gradual de las actividades, así como seguir observando estrictamente la sanitización de las personas, inmuebles y el distanciamiento social.
En la fase III: para emprender con normalidad la vida pastoral ordinaria de diócesis y parroquias, se debe tomar muy en cuenta las disposiciones de la Secretaría de Salud, en cada una de las regiones.
De esta forma la Diócesis, ha informado para que se preparen ante el nuevo regreso a la normalidad y en cuanto a los lineamientos que den las autoridades federales, estatales y de salud.
RECOMENDACIONES
Definir la capacidad de cada iglesia estableciendo ciertos parámetros .
Entre los asistentes a la Misa debe existir una distancia mínima de 1.5 metros.
Esta medida debe ser considerada en cualquier dirección, adentro o afuera de las iglesias.
Revisar la separación entre las bancas.
Si es posible, marque con etiqueta de color, el lugar donde debe sentarse cada persona, y hacer la suma del total de los lugares asignados por misa.
Indicar a cada persona, que solo está permitido sentarse en donde se tenga la etiqueta, con excepción de los niños, que pueden ir con su papá o mama, todo esto donde sea posible.
Tener un equipo de laicos que ayuden a sanitizar las manos de las personas con gel antibacterial, así como el acomodo de las personas al momento de entrar a la iglesia.
Equipo de protección, sanitización y limpieza
Informar a los fieles acerca de la necesidad de traer equipo de protección (cubrebocas, guantes, caretas,), asegurando que se tenga disposición de estos equipos.
En la medida de lo posible téngase un stock de cubrebocas en la parroquia y ofrézcase este accesorio al que no le es posible llevarlo.
Entrenar adecuadamente al personal de limpieza y a voluntarios, para la adecuada limpieza y sanitización del lugar, antes y después de la Misa.
