Como medida de previsión los Ayuntamientos de las principales ciudades de Tamaulipas realizan trabajos de excavación de fosas y construcción de nichos para sepultar cadáveres ante un posible incremento de decesos por coronavirus en las próximas semanas.
También en días pasados se llevó a cabo la capacitación y adiestramiento de personal de 17 crematorios del DIF Tamaulipas para llevar a cabo la incineración de los restos mortales de las víctimas de la pandemia del covid-19.
Los Ayuntamientos de Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Victoria, El Mante, Altamira, Tampico, Madero y otros municipios han ordenado abrir nuevas fosas con el propósito de estar preparados en caso de que se incrementen las defunciones que hasta ahora son 10 en Tamaulipas.
Según las previsiones de la secretaría de Salud en la entidad se estima que en el mejor de los escenarios se podrían registran 394 decesos y en la peor situación se elevaría a mil 453.
Las empresas que también disponen de cementerios realizan trabajos de abrir más fosas y construir nichos para la disposición final de las víctimas del coronavirus.
El coordinador estatal de Protección Civil, Pedro Granados Ramírez, indicó que la disposición es que los cuerpos sean llevados a los crematorios, al ser una muerte infecciosa y no correr el riesgo de una mayor propagación.
Mencionó: “Habrá lugares en que no dispongan de un crematorio y la disposición final será al cementerio. Pero en caso de ciudades donde haya un crematorio y donde no este rebasada la capacidad de cadáveres, ahí preferentemente será incineración”.
Pero con ese propósito es que se están preparando los 17 crematorios con cuenta el DIF en la entidad.
Por otra parte, en días pasados se impartió un curso de capacitación y adiestramiento a penal de 18 funerarias en Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, San Fernando, Victoria, El Mante, Tampico, Madero y Altamira sobre el manejo, transporte y cremación de cadáveres, siendo dotado el personal de equipo de protección.
La capacitación también incluyo el uso y desecho del equipo de protección personal de los empleados de las funerarias.
En cada funeraria fueron capacitadas ocho personas, según se informó.
Los servicios funerarios en general dentro de las capillas del velatorio quedaron suspendidas por disposición de la secretaría de Salud.