Agencias.- Una crisis política se registra en Líbano tras la renuncia del primer ministro, Hassan Diab, que llega después de fuertes protestas en la calles tras la explosión en Beirut que ha dejado decenas de muertos y miles de víctimas. Se espera que una ayuda económica de 150 países alivie la crisis en la que el país se encuentra debido a la pandemia y la explosión.
El primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció la disolución, en bloques, de su gabinete tras las sucesivas renuncias de miembros de su equipo como consecuencia de la explosión ocurrida en el puerto de Beirut.
La decisión llega luego que cuatro miembros de su gabinete dimitieran, después de la explosión del 4 de agosto que provocó la muerte de al menos 160 personas y reactivó las protestas populares.
Diab, al frente del gobierno desde hace casi siete meses, hizo el anuncio oficial en una transmisión en televisión desde el Palacio Presidencial.
El primer ministro había asegurado que estaba dispuesto a mantenerse dos meses en su cargo hasta la organización de elecciones anticipadas.
Desde octubre, el país registra manifestaciones masivas exigiendo la salida de todo el poder político,esto, debido a la corrupción arraigada, la incompetencia y la mala gestión en cuestiones que afectan directamente a todos los ciudadanos del país.
Horas antes, la ministra de Justicia del Líbano, Marie Claude Najem, presentó hoy su dimisión al puesto. La titular de Justicia entregó un escrito con su dimisión formal en el que argumenta su marcha en «el desastre que sufrió la patria en el corazón de su capital Beirut y el dolor de los libaneses», así como «los conflictos en las calles», según el texto, difundido por medios locales.
Ayer renunciaron la ministra de Información, Manal Abdel Samad, y el de Medio Ambiente, Damianos Kattar. A estas tres dimensiones se suma una cuarta ocurrida el día antes de la explosión, la de Nassif Hitti como ministro de Asuntos Exteriores por discrepancias con la actuación del gobierno al afirmar que el país camina hacia un «Estado fallido».