Agencias.- De acuerdo a un nuevo monitoreo realizado por Lantia Consultores, de las personas que de enero a octubre de este año fueron detenidas y puestas a disposición de la autoridad, y que los medios identifican como integrantes de alguna organización criminal, 309 son presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, publicó Eduardo Guerrero, en su columna en El Financiero.
Según el experto, un nuevo monitoreo realizado por Lantia Consultores, revela que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aumentó la afrenta con la organización encabezada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias el “Mencho” y/o el “Señor de los Gallos”.
La cifra se contrapone a los 10.5 arrestos mensuales de miembros del Cártel Jalisco que se registraron en 2019.
Guerrero advierte que el foco del gobierno de la “Cuarta Transformación” ha sido debilitar las estructuras financieras del CJNG, así como consolidar un nuevo frente contra el narcotráfico.
“Es claro que el gobierno de AMLO tiene un blanco prioritario, y que ese blanco es el Cártel Jalisco”, advierte Guerrero en su columna en el diario El Financiero.
«La decisión de AMLO de lanzarse con todo contra el CJNG implicó sepultar para siempre la estrategia de “abrazos no balazos”. También significó fortalecer aún más la posición de los mandos militares, que inevitablemente son quienes encabezan esta lucha. Del total de arrestos de integrantes del CJNG, en un 13 por ciento hay participación directa de elementos de Sedena, mientras que en un 28 por ciento se registra participación de la Guardia Nacional (a diferencia de las acciones en contra de otras organizaciones, que son encabezadas en su gran mayoría por corporaciones de policía estatal). La sorpresiva liberación del general Cienfuegos tal vez no hubiera ocurrido si el gobierno de México no hubiera podido demostrar que, siguiendo los deseos de Washington, Sedena y la Guardia Nacional habían logrado debilitar al CJNG en los últimos meses».
«La embestida del gobierno, y la eventual captura de El Mencho, tendrán enormes implicaciones en el panorama criminal del país. Por un lado, como ha ocurrido antes, surgirán nuevos liderazgos y nuevos conflictos. Actualmente ya existen facciones con intereses contrapuestos, estas facciones inevitablemente recurrirán a la violencia armada una vez que la organización pierda cohesión interna. Tal vez la más temible sea el Grupo Élite, una banda con organización y armamento militar, que en los últimos meses se ha enfocado en la guerra contra el Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato. Sin embargo, hay una veintena más de grupos que operan en alianza o subordinación directa al CJNG. Estos grupos se convertirán en una pesadilla aún mayor en el futuro próximo, sobre todo para las autoridades estatales y municipales. En el Valle de México, por mencionar un caso, opera el Cártel Tepito Nueva Generación, una franquicia del CJNG que tiene presencia (por lo menos) en siete alcaldías de la CDMX, además de Ciudad Nezahualcóyotl, dijo Guerrero.
El verdadero desafío vendrá después, y consiste en lograr que los grupos que llenen el vacío que dejará el CJNG sean distintos: menos grandes, pero también menos violentos, y con una menor capacidad para corromper las instituciones de seguridad y justicia, concluyó.