Agencias.- Un grupo multidisciplinario de científicos, encabezado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se apresta para iniciar en mayo próximo los ensayos clínicos de la fase 1 de su vacuna contra el COVID-19 en humanos, desarrollo que viene realizando desde marzo de 2020. Aunque la vacuna denominada UNAM/AP-rP9 aún necesita recursos.
El biólogo e investigador mexicano Juan Pedro Laclette San Román, miembro del Departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, y quien forma parte del equipo, dijo que lo que se pretende es iniciar con la fase 1 a finales de mayo, ya que están por completar los ensayos preclínicos.
“Estamos yo diría atrás de la vacuna de Avimex (Patria, que inició el reclutamiento). Una vez completados los ensayos preclínicos se constituye un documento para solicitar el permiso de parte de la Cofepris. Cuando se tiene el permiso se pueden iniciar ya los ensayos en seres humanos”, dijo el especialista, quien tiene un doctorado en Investigación Biomédica Básica por la UNAM.
A pesar de que no han recibido el apoyo que ha tenido la vacuna Patria, desarrollada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y Avimex, Laclette San Román afirma que la vacuna UNAM/AP-rP9 va solo un paso atrás. “Ojalá tuviéramos el nivel de financiamiento que ellos tienen”, comenta el investigador universitario.
Este martes se dio a conocer el inicio del reclutamiento de voluntarios para el ensayo de fase 1 de ‘Patria’, la vacuna que desarrolla Conacyt contra el nuevo coronavirus. María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, señaló que la dependencia trabaja en esta vacuna en colaboración con la empresa Avimex.
“Los resultados son bastante similares. Nuestra vacuna es inocua, o sea no ocasiona daño. Estos son resultados en animales de laboratorio. Lo siguiente es que despierta una respuesta bastante inmune, bastante fuerte, similar a los resultados que publican para la vacuna de Avimex”, explica Juan Pedro Laclette.
El experto señala que se trabaja en conjunto con profesores e investigadores de varias facultades de la UNAM, como la de Química, Medicina y Veterinaria, pero también tienen vinculación con investigadores de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
“También tenemos vinculación con investigadores del Cinvestav y de varios institutos nacionales de salud, sobre todo del Instituto Nacional de Cancerología y el Instituto Nacional de Medicina Genómica. En la parte empresarial estamos vinculados con una empresa mexicana que se llama Laboratorios Alpharma”, dice.
Juan Pedro Laclette San Román lamenta en este punto que aún no se han recibido apoyo del Conacyt. “Nosotros aplicamos en una convocatoria pero no conseguimos el financiamiento”, afirma. Sin embargo, sí se está en comunicación con Cofepris, para ver si las evidencias que ellos tiene de las fases preclínicas son suficientes para conseguir la autorización para llevar a cabo las fases clínicas 1 y 2.
“Quien nos ha apoyado es la cancillería, y también ha habido reforzamiento de infraestructura de parte de la Secretaría de Educación Ciencia y Tecnología de la CDMX, para optimizar unas instalaciones. Y por supuesto hemos tenido financiamiento de la UNAM, pero no en el nivel que se menciona para la vacuna de Avimex”, reconoce.
Hasta que se completen las fases clínicas 1, 2 y 3 no se conoce el verdadero valor de la vacuna, afirma el experto universitario. Sin embargo, a él le parece valioso que en México estén intentando varios candidatos vacunales.
Para el biólogo, el inicio del reclutamiento en humanos de la fase 1 de la vacuna Patria es muy benéfico para el país. “Es alentador que haya un candidato de manufactura mexicana que vaya a iniciar los estudios de fase 1. Eso nos debe de dar gusto a todos”, concluye el también investigador emérito de la UNAM.