Agencias.- Cada vez más empresas que se ocupan de la minería de criptomonedas , que es el proceso que permite que funcionen las diferentes blockchains, a cambio de una recompensa económica, están celebrando acuerdos de asociación con centrales nucleares ya activas (y con bastantes años sobre sus hombros). .).
La alianza es un escenario en el que todos ganan: los mineros obtienen la enorme cantidad de energía que necesitan de una fuente relativamente limpia, mientras que las plantas de energía nuclear más antiguas tienen un nuevo recurso para volver a obtener ganancias.
“Las plantas están muy bien gestionadas, saben lo que hacen. La cuestión es puramente económica: en un momento determinado de su ciclo de vida la planta se vuelve poco rentable, tanto que merece la pena planificar el cierre de la planta porque el mercado energético tradicional no te garantiza unos ingresos suficientes.
Pero si Bitcoin le permite vender entre el 10% y el 30% de su energía producida a un precio razonable, esto lo lleva de nuevo a obtener ganancias nuevamente”, Alex Gilbert, director de proyectos de Nuclear Innovation Alliance, explicó al WSJ.
Los acuerdos con los mineros de Bitcoin , en otras palabras, podrían extender significativamente el ciclo de vida de las plantas que de otro modo estarían cerradas, porque ahora tienen costos operativos demasiado altos para que su existencia sea sostenible.
Hoy en día, las energías renovables aún no pueden satisfacer la enorme demanda de energía doméstica de la mayoría de las naciones occidentales.
A la espera de que las inversiones se multipliquen en nuevos paneles, aerogeneradores y plantas de energía geotérmica, la energía nuclear sigue siendo la mejor solución para el medio ambiente.
Sin embargo, este tipo de acuerdo también abre la puerta a un aumento de capital privado en apoyo de la industria nuclear de próxima generación.
“Si crearan una demanda inicial de reactores tecnológicamente avanzados, especialmente microrreactores, Bitcoin realmente ayudaría a la industria nuclear”, continúa Gilbert.
En esta dirección se encuentra, por ejemplo, el acuerdo entre Compass Mining y Oklo, una startup que se ocupa del desarrollo de los denominados ‘reactores nucleares rápidos’, es decir , reactores de neutrones rápidos , una tecnología que probablemente todavía no estará disponible. por muchos años.
Paradójicamente -admite Gizmodo, una revista no precisamente amiga de las criptomonedas-, de esta forma Bitcoin pasaría de ser una de las tecnologías más destructivas para el medio ambiente de los últimos años a convertirse en un recurso muy preciado para alcanzar los objetivos de protección climática.
