Por Mario Díaz
EL fusilamiento de casi un par de decenas de individuos en Michoacán y la destrucción de cámaras de videograbación para la seguridad en Tamaulipas, son hechos violentos que dejan entrever el reto del crimen organizado a los gobiernos constituidos.
En efecto, con todo y que los sicarios se llevaron los cadáveres de sus víctimas y “limpiaron” la escena del crimen en el múltiple asesinato, lo cierto es que la masacre ocurrió, de acuerdo a videos caseros grabados el día de los hechos en aquella entidad federativa que gobierna ALFREDO RAMÍREZ BEDOLLA.
En Tamaulipas, el grupo delictivo dominante que opera desde ciudad Reynosa a Miguel Alemán, en franco reto al gobierno del mandatario estatal FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, destruyó más de 60 cámaras de videograbación ubicadas en los municipios antes mencionados, y en Camargo y Díaz Ordaz.
Ambos casos asociados a la seguridad pública reflejan la triste realidad que se vive en gran parte de las entidades de la república mexicana y, concretamente, en la esquina noreste del país. Es más que evidente que la delincuencia organizada no teme a las acciones gubernamentales y, por el contrario, ejecuta acciones retadoras a la autoridad, con toda impunidad.
En los trágicos hechos sucedidos en un municipio de Michoacán, las autoridades ministeriales se presentaron casi tres horas después de la masacre, tiempo suficiente para que los homicidas se llevaran los cuerpos y realizaran acciones de limpieza para entorpecer las investigaciones.
La destrucción del equipo que alimenta información al complejo de seguridad conocido como C-5 que opera desde la petrolera ciudad Reynosa, es asociada al rompimiento de relaciones entre el crimen organizado y el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) del gobierno del estado de Tamaulipas.
A diferencia de lo ocurrido en Michoacán, en Tamaulipas solo la fuerza policial estatal hizo frente a los delincuentes, logrando asestar varias bajas de sicarios, decomiso de armas, equipo táctico, radios de comunicación, artefactos conocidos como “ponchallantas” y vehículos con blindaje artesanal.
Desde luego que los respectivos mandatarios, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, asumieron posturas con relación a los hechos.
El huésped del Palacio Nacional dudó públicamente de la masacre ante la ausencia de los cadáveres, aunque el gobernador RAMÍREZ BEDOLLA hubo de aceptar el asesinato múltiple ante las distintas evidencias. En cambio, el Jefe del Ejecutivo Estatal condenó los hechos y aseguró que su gobierno continuará enfrentando a los violentos para brindar seguridad a las familias tamaulipecas.
La realidad es que ni uno ni otro han logrado cumplir con ese reclamo de la sociedad azteca en lo general, bien sea por componendas con los responsables de esa delicada misión o bien por compromisos gubernamentales contraídos.
Nada aporta para extirpar ese cáncer social si se responsabiliza a VICENTE FOX QUESADA, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, ENRIQUE PEÑA NIETO o al fracaso de la política del presidente LÓPEZ OBRADOR encuadrada en “abrazos, no balazos”. Al final de la jornada, la triste realidad es que los grupos delictivos se tornan más agresivos y retadores a las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Como si el fracaso del gobierno de la Cuarta Transformación en materia de seguridad pública no fuera suficiente, no generó una buena impresión popular la postura del Presidente de México al sugerir que el Cártel de Jalisco Nueva Generación cambiara de nombre para no dañar la imagen del estado de Jalisco.
Del mismo modo, la aparente firmeza del gobernador de Tamaulipas al abordar el ataque al sistema de seguridad C-5 y las balaceras y persecuciones desde ciudad Reynosa a Miguel Alemán, en el norte de la entidad, no genera ninguna percepción que permita al menos suponer el regreso de la tranquilidad a esa región tamaulipeca. Es más que claro que el grupo delictivo dominante “ha roto lanzas” con el gobierno estatal y su brazo armado conocido como Grupo de Operaciones Especiales.
En términos coloquiales tal parece que se “terminó la luna de miel” a poco menos de siete meses de que dejen de soplar “los vientos del cambio”.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Tal parece que al gobernador de Tamaulipas FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA “cuando no le llueve, le llovizna”, en los últimos meses de su mandato constitucional.
El desafuero de la Cámara de Diputados, la pérdida de la mayoría en el Congreso Local, el marcado distanciamiento intergubernamental con el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y, por si no fuera suficiente, las especulaciones de la vox pópuli que lo relacionan con los homicidios de SERGIO CARMONA ANGULO, CÉSAR EDUARDO GARCÍA MARTÍNEZ y la sospechosa muerte del ex diputado local potosino PEDRO CARRIZALES, conocido también como “El Mijis”.
¿Cómo la ve?
II.-Con rotundo éxito se llevó a cabo la ceremonia-homenaje “En vida hermano, en vida” en honor de Don MANUEL MONTIEL GOVEA, decano del periodismo, organizado por la Liga Nacional de Profesionistas, A.C., a las 18 horas del pasado viernes a través de la plataforma Zoom, desde la ciudad de México.
La excelente iniciativa fue organizada por la directiva de LINAPRO, A.C. que integran el Lic. MANUEL DE JESÚS LANDEROS GARCÍA, como Presidente; Lic. SILVIA DEL C. GARCÍA HERRERA, Vicepresidenta; y Lic. ENRIQUE CARBAJAL MARTÍNEZ, Secretario.
Justamente así deben ser los homenajes a personajes destacados: En vida hermano, en vida.
La semblanza de Don MANUEL, también conocido como El Caballero de la Comunicación, estuvo a cargo del licenciado JOSÉ LUIS URIBE ORTEGA, presidente del Club Primera Plana, la organización gremial de mayor antigüedad en el país.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
