Rector admite que se eliminaron las becas deportivas; ‘había becados con 4 o 5 de calificación’, revela.
El rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Carlos Enrique Etienne Pérez del Río, rechazó haber reducido las becas académicas a los estudiantes, pero sí admitió haber eliminado las becas a deportistas “pues primero deben ser estudiantes y luego deportistas”.
“No era posible que estudiantes con calificaciones de cuatro y cinco tuvieran beca y además privilegios para ir a sus entrenamientos, asistir a competencias. Nos da muchos gusto tener atletas que ganan medallas, equipos que obtienen triunfos al representar a la Universidad”, dijo.
“Pero más gusto nos da cuando sacan buenas calificaciones, realizan trabajos de investigación científica o social”, mencionó.
Informó que las becas a deportistas si fueron recortadas, pero en contraste con ello se incrementaron las académicas para aquellos jóvenes que obtienen buenas calificaciones y merecen ser apoyados para continuar sus estudios.
A la vez rechazó exista dispendio en el gasto de la Universidad cuando el presupuesto con el cual es cuenta es insuficiente para atender los diferentes requerimientos, ya que más de un 90 por ciento se destina al pago de nómina.
Indicó que los tres mil 300 millones de pesos de presupuesto, menos del 10 por ciento se destina a investigación, difusión cultural, promoción del deporte y otras actividades, ya que la casi totalidad van al pago de personal.
“El presupuesto es limitado e insuficiente como para que haya dispendio y desorden en el gasto”, comentó.
Mencionó que es falsa la versión en el sentido de que tenga a su disposición vehículos último modelo e indicó que la unidad que tiene asignada es modelo 2011 y otro automóvil que se usa en las necesidades de la oficina.
A la vez desmintió la versión en el sentido de que haya “aviadores” en las escuelas y facultades, así como dependencias de la Universidad.
Hizo hincapié en que desde el 2011 cuando asumió la Rectoría, se hicieron fuertes recortes de personal que no cumplían con sus labores o bien no tenía una función específica o no se encontraba.
“No se descarta que los puede haber en una institución tan grande como la Universidad, en la cual hay miles de profesores y catedráticos, ello no se puede descartar, pero serán dos o tres”.
Insistió en que hay una exigencia y vigilancia para que los catedráticos cumplan con sus horarios de clase, la realización de los trabajos de investigación o cualquier otro que tengan asignado.